Clint Eastwood. Bradley Cooper. Dianne Wiest. Michael Peña. Taissa Farmiga. Laurence Fishburne. Ignacio Serriocchio. Alison Eastwood. Andy García. Diego Cataño. Robert LaSardo. Lobo Sebastian. Clifton Collins Jr. Manny Montana. Jill Flint. Noel Gugliemi. Loren Dean. Katie Gill
El cine fue sin duda, durante muchos años, un arte casi autóctono en los Estados Unidos.
Sin duda fue el mejor instrumento para crear su propia mitología.
Y para extenderla.
Los que tenemos mi edad, contamos con una memoria llena de escenas en blanco y negro. De praderas del Lejano Oeste. De hampones y policías. De parejas de enamorados que terminan por encontrarse y en ocasiones cantan.
John Ford , Michael Curtiz, John Huston y muchos otros. Todos ellos trabajaban con material de las grandes historias americanas para configurar un paisaje enorme, lleno de héroes y leyendas.
Una de las cosas que hace grande a Eastwood es haberse convertido en el legítimo heredero de esos gigantes. Convertirse en un gigante él también.
Clásico en fondo y forma, con un estilo tan seco y tan sólido como el de sus predecesores, las películas de Eastwood huelen a América.
Están sus paisajes, su clase media, su música.
El territorio se convierte de nuevo en un lugar habitado por el coraje, por horizontes eternos, por hombres y mujeres que merecen ocupar un espacio en cualquier cosa que se filme o se escriba.
Héroes.
Aunque sin duda los tiempos han cambiado.
En este caso, el protagonista, Earl Stone, es un anciano nada modélico que por casualidad, pero siendo pronto consciente, se convierte en un correo de la droga.
Quienes seguramente en su juventud eran inmigrantes de segunda, no sólo se han convertido en los reyes del negocio, sino que, en relación con su actual trabajo, serán quienes se conviertan en sus jefes, unos jefes que se mueven en una obscenidad económica que hace tambalearse aquellos principios y valores que llenaban el corazón de los centauros que recorrían las praderas.
Pero a pesar de todo, está Eastwood para recordarnos que dentro de cada americano puede haber un héroe. Que si es capaz de pararse y mirar en su interior, encontrará un fondo de nobleza y podrá actuar como tal.
El guión, inteligente,establece una correcta estructura paralela con la trama policial que Bradley Cooper hace cercana.
Pero lo cierto es que la historia gira alrededor del rostro de Eastwood, posiblemente mejor actor que nunca. De su atrevimiento y su desconcierto. De su comprensión al final.
Y por supuesto, de su nobleza.
Me gusta mucho Mula. Me gusta su extraño punto de partida, me gusta su simpatía que en ocasiones consigue anacrónicos gestos de comedia, me gusta su deje de nostalgia, me gusta su grandeza.
Pero sobre todo, me gusta lo que siempre me ha gustado, lo que posiblemente tenga en gran parte la culpa de que me guste el cine. Me gusta que me cuenten esas historias que tienen la textura de las leyendas. De esas personas que pueden llegar a ser héroes.
Aunque los héroes sean hoy día diferentes.
Siempre lo serán. Y siempre tendrán cronistas como Eastwood.
Público
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