CINE: BUÑUEL EN EL LABERINTO DE LAS TORTUGAS de Salvador Simó

España 2019
Animación

La esencia de esta película, su extrañeza y sus bondades y limitaciones, están en su propia singularidad.
Es cierto que hace ya tiempo que el cine de animación ha dejado de ser un género vinculado a la infancia o a la ciencia ficción. Ahora es simplemente una forma de contar adaptable a cualquier tipo de historias.
De todas maneras, utilizarlo para trasladar la compleja personalidad de un personaje tan controvertido como Luis Buñuel, el significado de su vinculación al surrealismo y el proceso de filmación de un documental tan icónico y duro como Las Hurdes. Tierra sin pan, parece un doble salto mortal.
Se consigue un resultado más que correcto.
Con una morfología que huye de lo pictórico y de la caricatura igual que del hiperrealismo. Con un guion preciso que pone su peso en la transformación interior del cineasta y sobre todo en su amistad con Ramón Acín. Con una caligrafía que, de forma inteligente, introduce imágenes reales de la cinta referenciada.
El resultado, ya lo he dicho, es más que correcto, agradable, pero tengo que reconocer que me sabe a poco.
Por un lado, tengo la sensación de que la envergadura del proyecto, en lo que se refiere a producción, ha supuesto un esfuerzo que, posiblemente, haya dejado en segundo lugar el otorgarle a la historia y a su desarrollo la profundidad necesaria.
Por otro, la verdadera fuerza, la emoción o la rabia, descansan sobre las imágenes reales que se incluyen, como si fuese necesario recurrir a ellas para alcanzar un nivel a la altura de lo que se pretende contar.
Sobre todo, es una de esas películas basadas en hechos reales que me genera una duda bastante común:
Si no conociese lo ocurrido, ¿ sería capaz de captar todos los matices de la historia? ¿ entendería la multitud de referencias sobre el personaje y su entorno?.
En cualquier caso, no hay nada desdeñable en este Buñuel y sí supone un logro desde el punto de vista creativo y de producción. Seguramente será una de esas propuestas actúa como avanzadilla para futuros proyectos.
Y sobre todo, animará a muchos a asomarse a la personalidad y la obra de un imprescindible de nuestro cine. Un joven que, al parecer, en un lugar cruel y remoto llamado Las Hurdes aprendió a ser más humano.

Público


Comentarios