480 páginas
También disponible en ebook
Necesitaba algo de literatura de evasión.
Después de algún disgusto pretencioso que ni siquiera he constatado aquí, necesitaba sumergirme en algo que no me reclamase demasiado esfuerzo intelectual y me hiciese saltarme mi parada de metro.
Desde que con Reina Roja descubrí a Gómez Jurado, no me ha fallado.
Apuesta segura. Una vez más.
Entro en El Paciente de golpe, como se entra en estas novelas.
No tarda en desconcertarme el escenario, el entorno, no tanto por ambicioso ( que lo es ) como por pensar que se corresponde a un tipo de narrativa alejado de lo tradicional en nuestros escritores.
La novela es, en fondo y forma, mimética con los grandes best sellers preferentemente americanos.
Está escrita a imagen y semejanza.
Pero lo importante es lo bien hecha que está.
Superado el extrañamiento, uno se encuentra enganchado en esta historia a contrareloj, llena de recovecos, que el autor resuelve con rigor y precisión.
Es difícil soltarse. Pero además, es que no quieres: necesitas llegar hasta el final.
Creo que era Hitchcock quien decía que una obra de género negro valía lo que valía el antagonista.
Este es un problema que me ha alejado de algunos autores contemporáneos, en concreto, por poner un ejemplo, es algo que siempre echo de menos en Lorenzo Silva.
Gómez Jurado crea un malo total. Mr White es un personaje tan aterrador y tan construido, que estoy seguro de que él solo será capaz de sostener muchas otras historias.
Lo odio. Y me atrae.
En definitiva, lo que tiene que conseguir un malo.
Y lo que tenía que conseguir conmigo El Paciente también lo ha conseguido: entretenerme, muchísimo, con seriedad.
Público
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