192 páginas
También disponible en ebook.
Sabina decía en Peces de Ciudad que "al lugar donde has sido feliz nunca debes tratar de volver". Pues imagínate a aquel donde no lo has sido.
De Dyer leí hace tiempo Amor en Venecia, muerte en Benarés, alabada por muchos y que no me gustó nada.
¿Que hago entonces retornando?¡ Tengo lo que me merezco.
La culpa es de Stalker.
Una película que vi tarde, cuando ya estaba considerada un clásico. y me fascinó. Difícil no engancharse a sus imágenes, a su mitología, a ese misterio intelectual, a la tensión de lo desconocido.
De hecho hoy, tras la decepcionante lectura de este libro, he vuelto a buscar sus imágenes y de nuevo tengo la sensación de penetrar en un mundo fascinante y extrañamente real.
El problema es la actitud.
Me lanzo a su lectura convencido de que será un viaje compartido con el autor hacia el recuerdo de esta visión.
Y me encuentro con una especie de recolección irónica, con un recorrido superficial, bromista, con un autor que, me da la sensación, admira la obra pero es demasiado soberbio para hablar de admiración.
Geoff Dyer no me aporta nada.
Su visión intenta.... ¿desmitificar?
Una pena.
Stalker no se merecía este libro. Como homenaje, ahí va esa foto.
y eso: no volver.
Público
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