Yalitza Aparicio. Nancy García García. Marina de Tavira. Daniela Demesa. Enoc Leaño. Marco Graf
Tengo que reconocer que no sabía como comenzar y ordenar mi comentario sobre esta película.
Creo que, en ocasiones, es muy difícil poner en palabras ciertas sensaciones.
Este es uno de esos casos.
Si tuviese que buscar alguna frase que pudiese resumir mi visión de Roma, diría, temiendo sonar pedante, que para mi es una película que tiene alma.
Estéticamente, hacía mucho tiempo que no veía algo tan hermoso.
La primera escena, larga escena, del agua limpiando las baldosas del patio, creando reflejos y pantallas donde caben desde el cielo a un avión que lo cruza, es ya una referencia de lo que nos vamos a encontrar. Tiempo, y belleza.
Ese blanco y negro lleno de matices, esos planos frontales, amplios, como si respirasen, sobre todo esa mirada detenida, contemplativa, llena de atención y cariño.
Esa lentitud, ese ritmo pausado, detenido, y esa serenidad que parece acariciar a sus personajes.
Por lo que se refiere a la historia que nos cuentan, es la de una familia de clase media mejicana en los primeros setenta y, sobre todo, la de su sirvienta. Sus relaciones, sus dependencias.
Roma podría considerarse una película sobre la maternidad de estas dos mujeres, también sobre las extrañas relaciones que genera una servidumbre, de la familia como concepto amplio.
Y seguramente sobre muchas más cosas.
Porque tengo la sensación de que Roma es un trozo de vida, que Alfonso Cuarón retrata, incluso incluyendo pequeños atisbos de simbolismo que le otorgan cierto carácter de magia.
Me encanta que una película así, tan atípìca en temática, se convierta en una de las referencias del año. Comprobar que el paladar del público es mucho más exquisito y abierto de lo que se piensa.
Tengo el convencimiento de que Cuaron nos está contando algo que le llega dentro, posiblemente recuerdos de su infancia, de una mujer que fue importante en su vida y a la que homenajea en esta cinta y regala, junto con su grandeza de alma, la proeza del equilibrio.
Es gracioso porque no soy un gran admirador de Gravity, su éxito más destacado, y sin embargo, adoro Y tu mamá también . Es como si entendiese mejor a este director cuando regresa a su país.
En este caso creo que no sólo a regresado a su país sino también a su patria, esa que muchos dicen que está en la infancia.
Generosidad de un creador que e salda, como he dicho al principio, con algo hermoso por dentro y por fuera. Una película con alma.
Público
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