568 páginas
También disponible en ebook.
Trabajo.
Esa es la única razón que justifica que haya tardado más de un día en devorar esta novela.
No puedo dedicar todo mi tiempo a leer.
Por lo tanto han sido tres días.
El autor pide en las páginas finales que se evite a toda costa adelantar cualquier atisbo del final de la trama, creo que hacerlo de su desarrollo también sería una traición, privar a cualquier lector del placer de dejarse envenenar por esta narración trepidante.
Por eso este comentario será corto.
Sólo decir que Reina Roja es una de esas novelas que uno recorre sin descanso, un tranvía arrollador en el que te subes y del que no quieres bajarte hasta la última parada, y que aun entonces cuesta.
Que hacemos el viaje con unos personajes fantásticamente creados y con los que es muy sencillo empatizar (en el lado de los buenos ) temer ( en el de los malos ) y seguir ( en el de los moralmente ambiguos, que son muchos).
Que el autor, consigue teñir Madrid , un Madrid muy reconocible, con una pátina que se mueve alrededor del fanatismo sin despeñarse en tramoyas poco creíbles ( ese es otro de sus logros y lo que más conmociona: lo creíble que es su desarrollo del Mal). Le da otra luz.
Que es un thriller con la solidez de una roca.
Y decir sobre todo, que no puedo dejar de arrepentirme al tener que reconocer que hasta ahora no había leído nada de Gómez Jurado...... Tiene fácil solución, lo aseguro.
Quien haya leído alguna entrada de este blog referente a la novela negra, sabrá que la considero un referente social, un punto de crónica al necesitar un paisaje moral y estar este siempre compuesto de los principales miedos, ansias y pecados del entorno humano que recrea. Reina Roja es modélica en este sentido, cruda incluso en su retrato.Reconocibles sus mimbres, muy reconocibles.
Pero también he repetido que, por encima de todo, la literatura tiene para mi como objetivo primario, devolverme el placer de la lectura, cuando de niño encontraba en los libros las puertas a un mundo que estaba por llegar. También Reina Roja ha cumplido con ese deseo.
Hay poco más que decir cuando un libro, cuando una historia, cuando un narrador nos entrega tanto placer.
Gracias, tal vez.
Público
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