CINE: EL INSULTO de Ziad Doueiri

Líbano 2017
Adel Karam. Kamel El Basha. Camille Salameh. Diamand Bou Abboud. Rita Hayek. Talal Jurdi

El cine libanés no es habitual en nuestras pantallas. Sin embargo, esta película, que ya ha pasado por diferentes festivales no sólo se ha estrenado ( por supuesto en los circuitos V.O. ), sino que, para mi sorpresa, hoy jueves santo, la sala 3 de los Cines Renoir estaba a reventar.
Y después de verla, no sólo no me extraña, sino que le auguro un muy buen futuro.
El Insulto no es una cinta perfecta, a cambio sí es una historia apasionante, relevante como crónica de la situación de un país y de sus habitantes, pero también un muy entretenido ejercicio de cine de género.
Todo comienza con un incidente en principio intrascendente. Un capataz de construcción y un vecino. Un insulto. Pronto comprendemos que existe algo más, un fondo de antagonismo entre ambas posturas. Pero no somos capaces de imaginar hasta donde va a alcanzar un conflicto que llegará a convertirse en un problema de alcance nacional. Gran parte de la trama se desarrolla en un juzgado, pero la repercusión implica a todo el país.
Lo que parecía una muestra hiperrealista de cine político/ social, sin perder esa perspectiva se convierte en un apasionante dilema judicial.
El Insulto funciona muy bien en los dos niveles:
Como cine de género, es, ya lo he dicho, apasionante. Reúne todos los lugares comunes a los que un cine más comercial nos tiene acostumbrados. Pareja de abogados conocidos, jueces con dudas, vueltas de tuerca imprevistas, largos discursos y periodismo manipulador.
Pueden existir, como por otro lado es habitual en el cine de juzgados, algunas trampas, pero son aceptables frente a una tensión que crece cada minuto. Incluso la caligrafía, está a la altura de cualquier producción de primer orden en cinematografías mucho más elaboradas.Esta es otra de las sorpresas de esta cinta, posiblemente fruto de prejuicios no justificados, y es que la puesta en escena, desde la fotografía a la música, desde la interpretación a la textura y la composición de los planos, es totalmente sofisticada propia sin duda de un director que se ha curtido viendo mucho cine internacional y que ha sabido encajar sus referentes.
Pero posiblemente, lo que convierte El Insulto en una propuesta singular y le otorga su posición y su importancia es el nivel de crónica sobre las heridas sin cerrar que siguen supurando en un entorno social tan complejo que se hace muy difícil entenderlo desde el exterior.
El Insulto es cine político de primer orden, porque es cine político valiente, capaz de exponer el drama sin suponer soluciones sencillas y, sobre todo, poniendo en primera línea a las personas.
En medio de un conflicto no resuelto, el drama de Tony y Yassaf y de sus familias, es mucho más denso, porque cuando se acercan a la realidad todo es menos comprensible de lo que pensaban. Hay gestos entre ellos, capaces de sembrar esperanza en medio del caos, tal vez porque lo que se dicen uno al otro con una simple mirada es que han sido capaces de distinguir el ser humano que se esconde debajo de todas las ideas, los rencores, las capaz que un pasado cruel ha ido depositando sobre nuestros corazones.
El Insulto es muy buen cine, pero además es cine necesario.
Frente al objetivo exclusivo ( y por supuesto loable ) de entretener, hay creadores que se comprometen, que utilizan su altavoz para dar a conocer al mundo realidades que no siempre llegan a la opinión pública con esa claridad, transmitiendo como afectan las grandes decisiones a quienes verdaderamente las padecen.
El Insulto cumple ambas posibilidades y lo hace bien.
En el más importante, no aporta soluciones, pero nos hace saber. Y eso es ya muy importante. Quitarle su matiz de universalidad sería un error.

Público

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