Tusquets
648 páginas
También disponible en ebook.
Me interesaba más, con excepciones , la versión fabuladora de Fernando Aramburu que la realista.
La Trilogía de Antíbula, ofrece un paisaje con figuras, herencia reconstruida y singular de la novela decimonónica y el cine oscuro de CentroEuropa, mezclado con iconos más clásicos de cuentos de siempre para adultos y pequeños.
Me gustan más estas piezas que otras como Viaje con Clara por Alemania o El trompetista de Utopía. De todos modos, es siempre un autor interesante, importante me atrevería a decir.
Antes he dicho "con excepciones".
La primera fue, hace unos años, un libro de relatos titulado Los peces de la amargura, donde se narraban retazos de la vida de un País Vasco sometido por ETA y el independentismo radical, desde el punto de vista nunca suficientemente conocido, de las víctimas, en toda la amplitud de la palabra.
Junto con su calidad literaria y humana, me impresionó sin paliativos la valentía del libro.
Ahora va más allá.
Patria no es "otra excepción" en mi valoración. Es la novela que me lleva a ascender a su autor en mi nivel de admiración.
Empiezo diciendo que, posiblemente , sea la novela definitiva sobre el conflicto armado en el País Vasco. Si la colección de cuentos era valiente , esta es además necesaria. Escrita con el claro propósito de contarlo todo, de dar voz a todos, de recoger los efectos de las ondas expansivas hasta distancias a las que nunca se había llegado.
La historia, narra la vida de dos familias, antaño unidas en una aparentemente fuerte amistad , y más tarde separadas en distancias irreconciliables, por causa de su posición política.
Son nueve personajes , cada uno con su propia vida, que no se nos escamotea; porque la patria es mucho más que una idea, que un hecho, que una atmósfera, aunque esta pregne de un modo u otro toda la existencia. Así, cada uno de ellos, en su devenir , estará siempre afectado por un asesinato, pero no sólo por este, sino también por la necesidad de aceptar , más que adoptar, una posición ante el terror.
En el centro dos madres. Probablemente las personas que merecen un homenaje, este homenaje, por su fortaleza en posiciones antagónicas, víctimas siempre, pero capaces de sostener sobre sus hombros el cielo y la tierra. Mujeres que no pudieron elegir , fruto de la tradición y la obligación, pero que aun así, aceptaron sin rechistar cumplir con sus obligaciones hasta el límite de su resistencia, sin mostrar nunca sus heridas.
Aramburu narra con serenidad y con sencillez , nueve vidas , ya lo he dicho, y todo lo que transcurre a su alrededor. Pero sin olvidar nunca la necesidad de mostrar lo que , durante muchos años, ocurrió en aquel territorio. Y lo hace con la precisión de un cronista ameno. Conocemos el entramado cotidiano en los pequeños pueblos, la vinculación con la lucha de clases , las extorsiones, la formación en el arte de matar , las huidas, la tortura y la cárcel, la complicidad de la Iglesia.... En definitiva, un cuadro completo de todo aquello que hasta ahora sólo habíamos podido intuir a trozos desde el periodismo.
Como he dicho, el conjunto es apasionante pero también terrible.
Con él llegamos a percibir todo el horror que supuso la vida en el País Vasco durante aquellos años.
En lo único que no permite dudas, es en trasladar que el miedo existía como forma de existir , y que , todos y cada uno de los que allí habitaban , se vieron profundamente afectados por lo que ocurrió, fuesen o no partícipes directos.
También es cierto que, sin entender a los asesinos pero, al menos en mi caso, por primera vez los contemplo como seres humanos con todo lo que eso conlleva.
Pero sobre todo, aprendemos de la valentía de aquellas personas que no quisieron o no pudieron irse, que no tuvieron más remedio que aceptar que su vida se había convertido en un ostracismo siempre amenazado, que no tenían salida, que no había nada que hacer frente a la injusticia, que no eran dueños no ya de su libertad , ni siquiera de una felicidad mínima.
Patria es un libro grande, enorme, repito que valiente.
No me canso de calificarlo como necesario. Cuenta esa historia que debía de ser contada , la que teníamos derecho a conocer pero, sobre todo, la que muchos , lamentablemente muchos, tenían derecho a que se conociese.
En nombre de todos, gracias a Fernando Aramburu.
Público
648 páginas
También disponible en ebook.
Me interesaba más, con excepciones , la versión fabuladora de Fernando Aramburu que la realista.
La Trilogía de Antíbula, ofrece un paisaje con figuras, herencia reconstruida y singular de la novela decimonónica y el cine oscuro de CentroEuropa, mezclado con iconos más clásicos de cuentos de siempre para adultos y pequeños.
Me gustan más estas piezas que otras como Viaje con Clara por Alemania o El trompetista de Utopía. De todos modos, es siempre un autor interesante, importante me atrevería a decir.
Antes he dicho "con excepciones".
La primera fue, hace unos años, un libro de relatos titulado Los peces de la amargura, donde se narraban retazos de la vida de un País Vasco sometido por ETA y el independentismo radical, desde el punto de vista nunca suficientemente conocido, de las víctimas, en toda la amplitud de la palabra.
Junto con su calidad literaria y humana, me impresionó sin paliativos la valentía del libro.
Ahora va más allá.
Patria no es "otra excepción" en mi valoración. Es la novela que me lleva a ascender a su autor en mi nivel de admiración.
Empiezo diciendo que, posiblemente , sea la novela definitiva sobre el conflicto armado en el País Vasco. Si la colección de cuentos era valiente , esta es además necesaria. Escrita con el claro propósito de contarlo todo, de dar voz a todos, de recoger los efectos de las ondas expansivas hasta distancias a las que nunca se había llegado.
La historia, narra la vida de dos familias, antaño unidas en una aparentemente fuerte amistad , y más tarde separadas en distancias irreconciliables, por causa de su posición política.
Son nueve personajes , cada uno con su propia vida, que no se nos escamotea; porque la patria es mucho más que una idea, que un hecho, que una atmósfera, aunque esta pregne de un modo u otro toda la existencia. Así, cada uno de ellos, en su devenir , estará siempre afectado por un asesinato, pero no sólo por este, sino también por la necesidad de aceptar , más que adoptar, una posición ante el terror.
En el centro dos madres. Probablemente las personas que merecen un homenaje, este homenaje, por su fortaleza en posiciones antagónicas, víctimas siempre, pero capaces de sostener sobre sus hombros el cielo y la tierra. Mujeres que no pudieron elegir , fruto de la tradición y la obligación, pero que aun así, aceptaron sin rechistar cumplir con sus obligaciones hasta el límite de su resistencia, sin mostrar nunca sus heridas.
Aramburu narra con serenidad y con sencillez , nueve vidas , ya lo he dicho, y todo lo que transcurre a su alrededor. Pero sin olvidar nunca la necesidad de mostrar lo que , durante muchos años, ocurrió en aquel territorio. Y lo hace con la precisión de un cronista ameno. Conocemos el entramado cotidiano en los pequeños pueblos, la vinculación con la lucha de clases , las extorsiones, la formación en el arte de matar , las huidas, la tortura y la cárcel, la complicidad de la Iglesia.... En definitiva, un cuadro completo de todo aquello que hasta ahora sólo habíamos podido intuir a trozos desde el periodismo.
Como he dicho, el conjunto es apasionante pero también terrible.
Con él llegamos a percibir todo el horror que supuso la vida en el País Vasco durante aquellos años.
En lo único que no permite dudas, es en trasladar que el miedo existía como forma de existir , y que , todos y cada uno de los que allí habitaban , se vieron profundamente afectados por lo que ocurrió, fuesen o no partícipes directos.
También es cierto que, sin entender a los asesinos pero, al menos en mi caso, por primera vez los contemplo como seres humanos con todo lo que eso conlleva.
Pero sobre todo, aprendemos de la valentía de aquellas personas que no quisieron o no pudieron irse, que no tuvieron más remedio que aceptar que su vida se había convertido en un ostracismo siempre amenazado, que no tenían salida, que no había nada que hacer frente a la injusticia, que no eran dueños no ya de su libertad , ni siquiera de una felicidad mínima.
Patria es un libro grande, enorme, repito que valiente.
No me canso de calificarlo como necesario. Cuenta esa historia que debía de ser contada , la que teníamos derecho a conocer pero, sobre todo, la que muchos , lamentablemente muchos, tenían derecho a que se conociese.
En nombre de todos, gracias a Fernando Aramburu.
Público
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