Francia 2016
Isabelle Huppert. Laurent Lafitte. Anne Consigny. Charles Berling. Virginie Efira. Lucas Prisor. Christian Berkel. Alice Isaac. Jonas Bloquet. Vimala Pons.
No sé si la perversión es algo intrínseco, en algún grado aunque sea mínimo, en cualquier ser humano. No me atrevo a opinar.
Lo que sí creo es que no hay nada que nos parezca más perverso que normalizar estas actuaciones. La moralidad exige que, al menos, se reconozca la anormalidad de ciertos comportamientos.
Cuando esto no ocurre, nos convertimos en observadores sorprendidos y desconcertados. Pero, en un punto de ese desconcierto, hay también cierto miedo a reconocernos.
Elle comienza con una brutal escena de violación.
A partir de aquí, se va desarrollando una trama retorcida, con atmósfera de thriller, alrededor del personaje de la víctima, que no tarda mucho en dejar de parecerlo. De acuerdo que el ataque puede considerarse la columna vertebral de la narración, pero hay mucho más: el retrato de esa mujer, y por extensión, de una sociedad que guarda en todas sus vidas, un sótano en el que no siempre se puede mirar con tranquilidad.
Michele es una mujer construida sobre un terrible suceso. Un trauma que sin duda ha dejado, tiene que dejar, huella profunda en su forma de enfrentarse al mundo, sobre todo cuando lo hace siendo una mujer de éxito.
Es fría, es exigente, carece de cualquier nivel de empatía, no sabe perdonar. Posiblemente todo ello se deba a un mecanismo de defensa, pero también es cierto, que su comportamiento es capaz de estremecernos.
En resumen, nos parece un monstruo. Sin embargo, no dejamos de dudar la culpa que tiene la sociedad en su creación y, sobre todo, si todos estamos siempre tan lejos de ella como nos gustaría.
La gran valentía de Verhoeven, más allá de una caligrafía magnética y limpia, que no nos deja, en ningún momento, descansar en la tranquilidad y que, incluso, es capaz de sostener cierto fondo de humor, es atreverse a eliminar yodo vestigio de anormalidad. Parece querer llevarnos a que veamos la pantalla como un espejo. Así Elle se convierte en una película también incómoda y terrible. Tal vez, por ponerle una pequeña pega, puede pesarme un poco la acumulación del guión; pero el tono de montaña rusa mental, hace que no tardemos en aceptarlo.
Un personaje de este nivel, es una apuesta absoluta para cualquier actriz. De hecho, su director comenta que no consiguió que ninguna actriz americana se atreviese con ello. Isabelle Huppert se atreve con cualquier cosa. Su interpretación es una lección absoluta, desde su habitual contención, plagada de matices, desde aquellos comprensibles hasta las que nos generan la necesidad de interpretar, comprender, adivinar. Es una de esas creaciones que sin duda se convierten en inolvidables.
Quizás también esa credibilidad que le otorga a su personaje, acercándonoslo más, haciéndolo más reconocible, consigue que todo resulte mucho más desasosegador.
Elle sorprendió en Cannes, y la sorpresa siguió cuando se marchó sin premio del festival.
No importa, creo que esta historia oscura acaba de comenzar su carrera y que sin duda será una de las películas del año.
Y que una propuesta tan dura llegue a serlo, dice mucho, tanto sobre la calidad del producto como sobre, hay que reconocerlo, lo que nos atrae. Lo cierto es que a Verhoeven siempre se le había reconocido ( y en algunos casos criticado ) su gusto por analizar las mentes torcidas , pero nunca había llegado tan lejos.
Cierro con una pregunta ¿ está verdaderamente muy lejos la protagonista de esta cinta de la de aquella Instinto Básico?.
Público.
Isabelle Huppert. Laurent Lafitte. Anne Consigny. Charles Berling. Virginie Efira. Lucas Prisor. Christian Berkel. Alice Isaac. Jonas Bloquet. Vimala Pons.
No sé si la perversión es algo intrínseco, en algún grado aunque sea mínimo, en cualquier ser humano. No me atrevo a opinar.
Lo que sí creo es que no hay nada que nos parezca más perverso que normalizar estas actuaciones. La moralidad exige que, al menos, se reconozca la anormalidad de ciertos comportamientos.
Cuando esto no ocurre, nos convertimos en observadores sorprendidos y desconcertados. Pero, en un punto de ese desconcierto, hay también cierto miedo a reconocernos.
Elle comienza con una brutal escena de violación.
A partir de aquí, se va desarrollando una trama retorcida, con atmósfera de thriller, alrededor del personaje de la víctima, que no tarda mucho en dejar de parecerlo. De acuerdo que el ataque puede considerarse la columna vertebral de la narración, pero hay mucho más: el retrato de esa mujer, y por extensión, de una sociedad que guarda en todas sus vidas, un sótano en el que no siempre se puede mirar con tranquilidad.
Michele es una mujer construida sobre un terrible suceso. Un trauma que sin duda ha dejado, tiene que dejar, huella profunda en su forma de enfrentarse al mundo, sobre todo cuando lo hace siendo una mujer de éxito.
Es fría, es exigente, carece de cualquier nivel de empatía, no sabe perdonar. Posiblemente todo ello se deba a un mecanismo de defensa, pero también es cierto, que su comportamiento es capaz de estremecernos.
En resumen, nos parece un monstruo. Sin embargo, no dejamos de dudar la culpa que tiene la sociedad en su creación y, sobre todo, si todos estamos siempre tan lejos de ella como nos gustaría.
La gran valentía de Verhoeven, más allá de una caligrafía magnética y limpia, que no nos deja, en ningún momento, descansar en la tranquilidad y que, incluso, es capaz de sostener cierto fondo de humor, es atreverse a eliminar yodo vestigio de anormalidad. Parece querer llevarnos a que veamos la pantalla como un espejo. Así Elle se convierte en una película también incómoda y terrible. Tal vez, por ponerle una pequeña pega, puede pesarme un poco la acumulación del guión; pero el tono de montaña rusa mental, hace que no tardemos en aceptarlo.
Un personaje de este nivel, es una apuesta absoluta para cualquier actriz. De hecho, su director comenta que no consiguió que ninguna actriz americana se atreviese con ello. Isabelle Huppert se atreve con cualquier cosa. Su interpretación es una lección absoluta, desde su habitual contención, plagada de matices, desde aquellos comprensibles hasta las que nos generan la necesidad de interpretar, comprender, adivinar. Es una de esas creaciones que sin duda se convierten en inolvidables.
Quizás también esa credibilidad que le otorga a su personaje, acercándonoslo más, haciéndolo más reconocible, consigue que todo resulte mucho más desasosegador.
Elle sorprendió en Cannes, y la sorpresa siguió cuando se marchó sin premio del festival.
No importa, creo que esta historia oscura acaba de comenzar su carrera y que sin duda será una de las películas del año.
Y que una propuesta tan dura llegue a serlo, dice mucho, tanto sobre la calidad del producto como sobre, hay que reconocerlo, lo que nos atrae. Lo cierto es que a Verhoeven siempre se le había reconocido ( y en algunos casos criticado ) su gusto por analizar las mentes torcidas , pero nunca había llegado tan lejos.
Cierro con una pregunta ¿ está verdaderamente muy lejos la protagonista de esta cinta de la de aquella Instinto Básico?.
Público.
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