Diversas editoriales.
También disponible en ebook.
Buscaba una imagen con la que ilustrar esta entrada y me he encontrado con esta portada ( junto con muchas otras ) de la legendaria colección de Clásicos Ilustrados. No he podido evitar utilizarla.
¿Porqué?.
Pues por todo lo que evoca en mi caso.
Y es que yo me eduqué, como muchos, con esas historias clásicas de grandes narradores, pero que se nos presentaban, acordes a nuestra edad, en versiones que combinaban texto e imágenes; teniendo en cuenta que estas historias también estaban presentes en muchas de las películas que veíamos por las tardes en Sábado Cine, la conclusión es que mi infancia está llena de este tipo de aventuras que me descubrían otros tiempos y otros paisajes.
Han pasado los años, muchos años, y ahora , no sé si en un intento subconsciente de rememorar las sensaciones de entonces o simplemente fruto de la curiosidad, me asomo a la novela, a una de esas novelas que tanto han inspirado.
Y me encuentro con lo mismo: mi admiración por este personaje que , tras una trágica derrota en su honor, lucha contra un destino adverso para recuperar su vida. Admiración por los matices que nos acercan a su perfil psicológico que, pudiendo estar tan lejano a nosotros, nos resulta casi íntimo. Y admiración ante un novelista capaz de trasladar de una forma tan brillante, esa atmósfera, esa extraña sociedad que crearon las aparentemente civilizaciones desarrolladas, en el paisaje exótico y todavía por descubrir en su totalidad.
Lo dicho, he disfrutado el regreso, además de recordar aquellos días en que cada página era un pasaporte a un mundo diferente.
Es un viaje gozoso, un viaje que se debe de repetir de vez en cuando.
Recuero un texto , creo que de Somerset Maughman que decía algo así como "fue consciente de que la vida de aquellos que se imbuían de literatura podía ser tan apasionante como la de los que cruzaban océanos o escalaban cordilleras desconocidas". Sabía de que hablaba.
Público
También disponible en ebook.
Buscaba una imagen con la que ilustrar esta entrada y me he encontrado con esta portada ( junto con muchas otras ) de la legendaria colección de Clásicos Ilustrados. No he podido evitar utilizarla.
¿Porqué?.
Pues por todo lo que evoca en mi caso.
Y es que yo me eduqué, como muchos, con esas historias clásicas de grandes narradores, pero que se nos presentaban, acordes a nuestra edad, en versiones que combinaban texto e imágenes; teniendo en cuenta que estas historias también estaban presentes en muchas de las películas que veíamos por las tardes en Sábado Cine, la conclusión es que mi infancia está llena de este tipo de aventuras que me descubrían otros tiempos y otros paisajes.
Han pasado los años, muchos años, y ahora , no sé si en un intento subconsciente de rememorar las sensaciones de entonces o simplemente fruto de la curiosidad, me asomo a la novela, a una de esas novelas que tanto han inspirado.
Y me encuentro con lo mismo: mi admiración por este personaje que , tras una trágica derrota en su honor, lucha contra un destino adverso para recuperar su vida. Admiración por los matices que nos acercan a su perfil psicológico que, pudiendo estar tan lejano a nosotros, nos resulta casi íntimo. Y admiración ante un novelista capaz de trasladar de una forma tan brillante, esa atmósfera, esa extraña sociedad que crearon las aparentemente civilizaciones desarrolladas, en el paisaje exótico y todavía por descubrir en su totalidad.
Lo dicho, he disfrutado el regreso, además de recordar aquellos días en que cada página era un pasaporte a un mundo diferente.
Es un viaje gozoso, un viaje que se debe de repetir de vez en cuando.
Recuero un texto , creo que de Somerset Maughman que decía algo así como "fue consciente de que la vida de aquellos que se imbuían de literatura podía ser tan apasionante como la de los que cruzaban océanos o escalaban cordilleras desconocidas". Sabía de que hablaba.
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