250 páginas
Disponible en ebook.
Los que conozcáis este blog, sabréis que, como a muchos, me gusta el género negro tanto en cine como en literatura.
Lo que quizás no hay comentado hasta ahora, es que mis preferencias están en aquellos autores capaces de insertar la oscuridad en las vidas corrientes de personas en apariencia inocentes. Por supuesto la líder es Patricia Highsmith pero también Simenon tiene alguna muestra de este tipo al margen de Maigret.
También, y esto sí estoy seguro de haberlo afirmado en ocasiones, creo que una buena novela negra tiene muchísimo de cine social y de retrato de costumbres. Nada describe tan claramente a una comunidad como sus miserias. Últimamente, con la profusión de publicaciones del género, hemos podido disfrutar de platos exóticos, con otros autores orientales o la Mongolia de Ian Manook. Matsumoto era por lo visto un autor muy valorado en su país, ahora nos llega a nosotros para descubrirlo y sobre todo constatar lo válido de mi afirmación anterior, porque su novela es una muestra detallada de los usos y costumbres de la sociedad japonesa.
El protagonista, T.Asai, se encuentra en viaje de negocios cuando recibe la noticia de la muerte repentina de su mujer. A partir de ahí, en un ejercicio íntimo de reflexión, irá descubriendo paso a paso, lo poco que se conocían en realidad a pesar de estar casados y convivir. El fantasma de una infidelidad y la posibilidad de que el fallecimiento no hubiese sido tan claro, va apareciendo en una búsqueda meticulosa de la verdad que terminará en una tragedia imprevista.
En lo que se refiere al desarrollo de la trama, lo que destaca en la construcción de Matsumoto es su detallismo y su transparencia. He utilizado antes el adjetivo meticuloso y es exacto, cada paso está explicado, no hay nada que no responda a una lógica clara y racional. El autor es frío y preciso a la hora de contarnos.
Pero además, su descripción del entorno social es pura y cargada de contenido, tanto a lo que se refiere a los usos amorosos, especialmente a la infidelidades, como al cuerpo de funcionariado público y sus escalas, con sus correspondientes maneras de actuar. Pero sobre todo, es un catálogo de los comportamientos esperados en cada caso, algo que resulta apasionante en una sociedad tan protocolarizada como la japonesa.
No quiero dar de todas maneras una impresión equivocada: Un lugar desconocido es más que un libro pintoresco, es una narración sólida y perfecta, tal vez no resulte apasionante pero sí capaz de engancharnos hasta el final e incluso de proporcionarnos alguna sorpresa en el camino.
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Público
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