CINE: UN POLVO DESAFORTUNADO O PORNO LOCO de Radu Jude

Rumanía 2021

Katia Pascatiu. Claudia Leremia. Olimpya Malai. Nicodma Ungurecuau. Alexandru Potocean. Andi Vasduicianu

Esta película de título sorprende te y merecedora del Oso de Oro del Festival de Berlín en el año 2021, comienza con una explícita escena de sexo casero que sorprende por su nivel pornográfico. No sé si es la sensación de penetrar en la intimidad ajena o la cutrez de todo el conjunto, lo que hace que nos sintamos agredidos, provocados, una sensación que permanecerá latente toda la cinta.

Pronto sabremos que este vídeo es parte de los juegos de una pareja, ella profesora en un colegio, y que, sin que importe la causa, se ha filtrado en las redes. A partir de ahí, la trama se estructurará alrededor de las consecuencias que este accidente tendrá para la maestra.

A partir de aquí la historia se estructura en tres partes claramente diferenciadas, al tiempo que se convierte en una muestra rebelde y desprejuiciada de cine político:

En la primera, acompañamos a la protagonista en un paseo sin mucho sentido por Bucarest. Alejado de cualquier atisbo turístico, el director aleja su cámara en ocasiones del objetivo principal, con una mirada desengañada que muestra una ciudad fea, casi en construcción, desordenada, y habitada por una sociedad amargada y furiosa capaz de soltar su ira a la mínima posibilidad. Es una visión desengañada y cruda de su país. Tan clara que sorprende en su ausencia total del menor asomo de patriotismo.

La segunda parte volverá a sorprendernos. Es un diccionario visual donde las palabras van generalmente acompañadas de unas cuantas palabras y siempre de imágenes. Algunas son irónicas, chistes de rubias por ejemplo, otras crueles como la referida a la familia, todas inteligentes, lúcidas, capaces de dibujar un mapa con los lugares comunes de una sociedad. Aquella que habita en la ciudad que acabamos de contemplar y que no parece precisamente haber salido de la dictadura comunista para acoger su destino y perseguir valores positivos.

La tercera parte, es por fin la reunión de padres en la que, en forma de juicio, la profesora será sometida a la decisión de los presentes, a través de la humillación y el escarnio. Tengo la sensación de que el nivel político de la cinta, da aquí un paso hacia lo universal. Ya no hablamos sólo de Rumanía y su fracaso, sino también de aspectos más globales como el derecho a la intimidad, la dualidad entre nuestro yo privado y nuestro yo público, incluso sobre los derechos de la mujer a ser juzgada de la misma manera que un hombre en los aspectos referidos al sexo.

La conclusión cuenta con tres finales. El último, todo menos sutil, pero en cualquier caso, todos tenemos derecho alguna vez a nuestra cota de venganza.

Tengo la sensación, con el cine rumano, de que directores como Puiu, y Jude, están utilizando el séptimo arte como una oportunidad de revisión histórica para apostar por un presente que todavía puede cambiar. Es cine necesario, más que nunca. Sus propuestas son libres, diferentes, descaradas, casi como gritos en la pantalla que no siempre es fácil compartir. Sin embargo, el resultado es importante y sorprendente. Me gusta ser parte de su existencia y su reconocimiento desde mi posición de público, probablemente sea una de nuestras misiones, más allá del disfrute. 

Sieranevada, Mamkrong, El tesoro, y ahora esta. Gran cine.

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