Nicole Kidman. Javier Bardem. JK SimmonsNina Arianda. Tony Hale. Alia Shawkat. Clark Gregg. Roland Pine. Linda Lavin.
En el inicio de esta película, para ponernos en situación, hay una afirmación contundente por parte de uno de los personajes que hablan de I love Lucy: en su momento, la serie la veían alrededor de sesenta millones de personas. ¿ Podemos imaginarnos hoy día algo así?.
Es cierto, hablamos de tiempos en los que el mundo era mucho más pequeño. menos posibilidades, menos productos, menos fuentes de información. Un mundo más ingenuo también en sus miedos, uno fundamental: el comunismo, convertido en un monstruo de siete cabezas gracias a un organismo tan peligroso y pomposo como el Comité de Actividades Antiamericanas.
Por eso, una sola mención a que Lucille Ball era comunista podía terminar con su carrera. Pero también, al mismo tiempo, una noticia sobre la infidelidad de su marido podía terminar con su matrimonio.
Lucille y Desi, eran una pareja que formaba un buen equipo. La propuesta de Sorkin se centra en una semana, la que va desde que se producen esas dos noticias hasta la emisión del siguiente capítulo de la serie. La linealidad de esos días se interrumpe con otras dos líneas, por un lado, algunos flashbacks que nos hablan del inicio de las relaciones entre ambos y de su carrera, por otro, un acierto, entrevistas supuestamente actuales, de algunos de los personajes que compartieron con ellos esos momentos.
Posiblemente, el error de Being the Ricardos es que toca demasiadas cosas sin decantarse claramente y con cierta profundidad por ninguna. Es una fallida historia de amor y también una estampa de la caza de brujas, pero al mismo tiempo nos habla del star system, de las trampas del éxito, de la manipulación....
De acuerdo. No es redonda, pero la verdad es que nos ofrece un artefacto muy entretenido y muy bien contado de la trastienda de la fábrica de sueños cuando lo era. Y sobre todo, tiene dos interpretaciones excelentes dentro de un conjunto muy homogéneo. Kidman y Bardem están geniales, claros, matizados, dos grandes actores con los que recuperamos parte del encanto de aquellos tiempos, cuando la entrada valía ya sólo por ver a uno de esos dioses de la pantalla. Being the Ricardos, recobra de algún modo esa mitología.
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