NOVELA: LA PAGA DE LOS SOLDADOS de William Faulkner

 

Varias editoriales

350 páginas

Disponible en ebook

Sigo recuperando libros perdidos. Rescatados de una biblioteca que tiene que desaparecer y solicitando el tiempo que no les dediqué en su momento. Posiblemente cada libro tenga su tiempo y además estás lecturas las realizo con un punto de regresión, en esas páginas con esa textura algo acartonada y de tonalidad casi marrón, ese olor que no desaparece y la sensación de descubrimiento que tenía entonces y que vuelve ahora.

Esta vez le ha tocado a Faulkner con La paga de los soldados. Un autor ven el que una vez me perdí, tal vez demasiado pronto, y al que tardé muchos años en volver para sobrecogerme con la densidad de sus historias y su fuerza en la forma de contarlas. Creo recordar que ese retorno fue con Luz de agosto, que sigue estando entre mis favoritas.

La paga de los soldados es al parecer, su primera novela. Increíble porque cuenta ya con la fuerza que encontraremos en todas sus novelas. Estamos en los años de la Primera Guerra Mundial, un teniente herido y deformado, regresa a su casa acompañado de un soldado y una viuda de guerra. Le esperan su padre, su prometida, las deudas del pasado, y una población también golpeada de una forma u otra por la contienda.

La historia que en un inicio se concentra en pocos personajes, se va abriendo poco a poco, incluyendo aquellos que aparecen casi solo como manchas, pero dejando una marca imborrables. Los diálogos se mezclan con descripciones tan hermosas como precisas, casi pintadas en el medio de la historia. Y nos encontramos , junto con una narrativa convencional, propuestas atrevidas.

Se habla de sentimientos, de pasones, de miserias atadas a miedos, en definitiva, de esa humanidad fruto del pecado original que siempre constituye el cuerpo de las obras de este autor.

Siempre tengo la sensación de que una de las cosas que hace grande las obras de Faulkner, además de su elaboración y su magnífico uso de las palabras, es su imperfección, fruto tal vez del atrevimiento. Sus novelas no pueden ser perfectas porque son brutales, como puñetazos, continuamente sorprendentes y libres. No podemos buscar en ellas equilibrio porque no lo hay.  Habrá momentos de pérdida, otros de cercanía, retazos de una belleza sorprendente y otros donde parece hurgar con un dedo sucio en el alma de las personas….

Pero concluyes, concluyo, enamorado de la experiencia que ha supuesto La paga de los soldados. Una vez más, la grandeza de un autor único.   

Público  

 


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