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Hacía mucho que no leía a Pearl S.Buck, y eso que en mi juventud fue una de mis autoras de cabecera.
En esa época, orientado por mi padre, disfrutaba mucho de Vicki Baum, Lajos Zilahy, Frank Slaughter..... y las historias de China de esta excelente escritora, Premio Nóbel.
La limpieza de esa biblioteca, me ha hecho encontrarme de nuevo con esos libros, y con algunos que seguían pendientes, y he decidido hacerles un hueco. La relectura me está devolviendo la ilusión del papel viejo, de la narrativa que me atrapaba en noches largas, de enamorarme para siempre de la lectura. Y eso ocurre gracias a que mi guía eran unos autores maravillosos.
Uno de los que me quedaban era este, El hombre que cambio China, y he recuperado la limpieza de la prosa de S.Buck, la riqueza de su contenido, exotismo exento de la mirada del turista, y su cariño y empatía con todos sus personajes.
La narración que da título a esta colección, y la única que tiene volumen de novela, recoge la biografía de Sun Yat Sen, un personaje histórico que lidero la necesidad de cambio en el país a finales del siglo XIX y el inicio de la Primera República.
Es importante detectar que, frente a sus novelas muy meticulosas en la narración, en este caso, el contenido fluye con ligereza pero sin entrar en detalles que podría llevar a una ficción excesiva. Tengo la sensación de que por parte de la autora hay una admiración que le lleva a elegir un tono de crónica, quedándose en la certeza. El resultado es un hermoso homenaje.
Acompañan cuatro relatos totalmente encantadores. Los cuatro hablan del hermanamiento entre la cultura china y la occidental, y en todos ellos, gran parte del protagonismo está en unos niños, posiblemente la forma más pura de alcanzar ese maridaje sin prejuicios. Cada uno de ellos es una preciosa y divertida estampa.
Como he disfrutado y que fácil me ha resultado esta lectura. Cuantos años ya desde que me fascinaron La buena tierra y La estirpe del dragón. Que suerte haber tenido un padre que me abrió la puerta a tantas vidas.
Público
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