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280 páginas
Disponible en ebook
Siempre he pensado que en Fernando Aramburu hay varios escritores, algunos muy definidos.
Uno de ellos, el que más me interesa, es el fabulador que cuenta historias de Antíbula, con esa mixtura de decadencia y leyenda.
Otro es el de las historias vascas que, aunque se hizo patente gracias al fenómeno Patria, ya estaba presente en Los Peces de la Amargura, un conjunto de cuentos sobre el veneno del terrorismo en la sociedad civil que está entre lo mejor y lo más valiente que nunca ha escrito. Este me interesa mucho menos, a pesar de sus hallazgos.
El Niño pertenece a este último grupo y creo que es, posiblemente, el menos conseguido.
Todo gira alrededor de una explosión accidental en un colegio en Ortuella que terminó con la vida de muchos niños. La madre y el abuelo de uno de ellos, protagoniza esta novela que se relata como si existiese un trabajo de investigación sobre la realidad, incluso con acotaciones del propio libro, que interviene en varias ocasiones como un personaje más.
Pero no hay trama. La situación estática de la pérdida se relata sin alcanzar la hondura necesaria, pero podría haber sido un relato corto. Aramburu la estira, enganchándose a los personajes y abriendo líneas a las que personalmente no le encuentro demasiado interés, más allá de que además se acercan peligrosamente al precipicio del melodrama más burdo.
El resultado es decepcionante. No ofrece nada novedoso, ni una visión singular. Es una novela plana, fácil, donde no puedo evitar buscar a aquel que me maravilló con la epopeya de La Gran Mariván o la oscuridad de Bambi sin Sombra. Que vuelva.
Público
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