Jackson Yee. Shen Teng. Lei Jiayin. Yue Yunpeng. Zhang Yi. Pan Binlong. Oho Ou. Guo Jingfei. Yu Ailei. Lin Fei Fan
Ya lo he comentado en alguna ocasión al respecto de las últimas películas de Yimou. Existen pocos directores con una carrera tan errática.
En los años ochenta se dio a conocer, creo recordar que ganando el Oso de Oro de Berlín con Sorgo Rojo, una revisitación de la historia de la China medieval, basada en una novela de Mo Yan.
A partir de ahí se hizo asiduo a festivales combinando sus dramas históricos ( en especial inolvidable La Linterna Roja ) con crónicas hiperrealistas y delicadas de la situación más reciente de su país, en joyas como Camino a Casa o Ni uno menos, mi favorita.
Cuando Ang Lee descubrió para el público occidental la fascinación por el género de espadas y brujería, Yimou decidió apuntarse también. Hay que reconocer que este cambio inesperado que comenzó con Héroe, nos dio muy buenas películas, en especial en su concepción estética.
Y a partir de ahí, llegó el descalabro. Con una gran producción propagandística, una revisión de un clásico de los Cohen.... y al final, ese engendro que fue La Muralla China.
Desde entonces, poco a poco, parece que está en vías de resurrección. Sombra nos devolvía al director más esteticista, Cliffwalkers al cronista histórico y Un minuto al más humano. Obras valiosas pero que todavía no llegan al nivel de sus inicios y, sobre todo, navegan en una falta de personalidad definida.
Prueba de que quien en su día fue un director de referencia ya no lo es, es que su última película, La Leyenda del Río rojo, llega directamente a plataformas y sin ningún tipo de promoción.
Volvemos a la china medieval. En este caso, sobre una historia de traiciones con estética de superproducción aunque se desarrolle en su totalidad en el interior de un laberíntico palacio. Lo que comienza como una intriga criminal que recuerda a Agatha Christie, pronto deriva en un juego de estrategia lo que a veces hace que la credibilidad se sacrifique ante la artificialidad. Eso también hace que, dentro de su complejidad narrativa, exista algún momento de posible confusión ( yo no sé vosotros pero yo sigo teniendo problemas con los nombres chinos y con algunos actores en lo que se refiere a su fisonomía).
Estéticamente, es sin duda una propuesta atractiva aunque algo oscura, en la que el director opta por una caligrafía veloz y una visión frecuentemente cenital, que lo acerca al comportamiento de los videojuegos, sin renunciar por ello a un adecuado dibujo de los personajes principales.
En resumen, La Leyenda del Río Rojo es una buena película, muy entretenida a pesar de sus dos horas y media, pero no vuelve a ponernos delante del Yimou que hace tiempo nos enamoró. Sigue sin recuperar una personalidad clara y mantiene cierta sensación errática. Confiemos de todos modos. Nunca olvidaré algunas de sus obras de la buena época.
Público
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