Lea Seydoux. George MacKay. Dasha Nekrasova. Guslagie Malanda. Philipe Katerine. Julia Faure. Tom Neal. Lukas Ionesco. Kester Lovalace. Martin Scali
Se supone que esta película esta libremente basada en una novela de Henry James que no conozco. De cara a entender la complejidad del proyecto, me he informado de que el relato habla de un hombre decidido a no comprometerse auténticamente en el amor.
Con esa base, Bonello plantea una estructura narrativa en tres épocas, contada en principio desde la colocada en el futuro, una época distópica donde se valora especialmente a aquellos que no se dejan llevar de las emociones. Para ello, se someten al proceso de purificación a través del cual visualizan sus vidas pasadas para eliminar cualquier resto emocional.
Son dos las etapas de la protagonista que ocupan la mayor parte de esta película. La primera, sin duda la más hermosa, bebe del espíritu de la literatura de James y su época, en su tono, en su sofisticación y en su elegancia. La segunda, en las antípodas, se sitúa en Los Ángeles en el año 2014 y se desarrolla como un thriller con psicópata incluido. Narrativamente no siempre es fácil entender el significado de las piezas y, además, dentro de las decisiones del guion, hay algunos a las que les encuentro más sentido que a otras y que me parecen más acertadas.
La propuesta, muy bien realizada y estéticamente potente, tiene un planteamiento claramente intelectual. Tal vez de ahí su frialdad y posiblemente el hecho de que sea una película que funcione mejor "leída" que vista, es decir, que gana cuando se recuerda y se reflexiona.
Lo contradictorio, es que esa frialdad está al servicio de un canto al romanticismo más tradicional y exacerbado. Para Bonello, entiendo, la verdadera bestia es ese hombre que decide no amar. Y sería, creo, preferible, que lo cerebral se impregnase de emoción. En cualquier caso, una cinta importante, y la posibilidad de leer infinitos matices en un rostro tan precioso como el de Lea Seydoux.´
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