Ryonosuke Kamiki. Minami Hanabe. Yuki Yamada. Munetaka Aoki. Hidetaka Yoshioka. Shakura Ando. Kisuke Lida. Yuya Endo.
La diversidad, que en los últimos años se refleja en este blog, tiene mucho que ver con ir eliminando prejuicios. Será cosa de la edad. Me pasó con libros, descubriendo autores que nunca pensé que me fuesen a enseñar tanto. Pero creo que, en esta ocasión he subido varios escalones: nada menos que Godzilla.
No he visto anteriormente nada de este monstruo. Creo recordar que era fruto de escapes radioactivos o algo así..... Y siempre había tenido la sensación de que pertenecía al universo algo cutre del frikismo.
Pero soy curioso, y de repente me encuentro con que Godzilla Minus One se convierte en una de esas películas universalmente alabadas por todo el mundo, que se asoma a los premios cinematográficos del año, y que, en concreto, en los del Cine Japonés ( que no sabía ni que existían ), ha derrotado a cintas como Monster o Perfect Days ( aquí se han venido un poco arriba ). Lo dicho: tenía que verla.
Y no sólo la he visto sino que la he disfrutado.
La acción se sitúa al final de la Segunda Guerra Mundial. Un Japón destrozado intenta levantarse de sus cenizas después de la derrota. Los hombres que lucharon, no pueden evitar el sentimiento de culpabilidad de seguir vivos. En concreto, el protagonista es un kamikaze que nunca se atrevió a hacer honor a su nombre. Cuando aparece Godzilla, ese monstruo primitivo, les ofrecerá la oportunidad de redimirse salvando de la destrucción, ahora sí, a su país.
La película recupera por lo tanto el fantasma del pasado y, con un icono de la cultura popular japonesa, realiza una especie de exorcismo. Eso es lo importante. De hecho, a pesar de los excelentes efectos especiales, el protagonismo no está en la criatura, sino en los sentimientos de los protagonistas, que se nos cuentan con sencillez y transparencia, sin ningún asomo de complejidad narrativa.
Porque este Godzilla es un gran tebeo, de excelente factura y, al margen de la vena patriota, muy consciente de si mismo y de sus objetivos: entretener y llenar la pantalla.
Creo que ya lo he comentado alguna vez: en mi opinión, la cultura o es libre y abierta o no es cultura. Empiezo no sólo a decirlo sino a aplicármelo yo mismo.
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