Benoit Magimel. Juliette Binoche. Pierre Gagnaire. Bonnie Chagneau. Sarah Adler. Emmanuel Salinger. Jean Marc Roulot. Jan Hamennecker. Yannik Landrein. Laurent Claret.
El título español de esta hermosa película, desmerece el verdadero significado de la misma, aunque podría decirse que apela a su esencia.
El original francés habla de la pasión de su protagonista, Dodin Bouffant, un gastrónomo con, realmente, dos pasiones: la cocina, y Eugenie, su cocinera. Para ellos, el trabajo en esa hermosa estancia, elaborando platos que son verdaderas obras maestras, es la esencia de su historia de amor reposada pero no por ella menos intensa. Él, rodeado de sus amigos, compone esa cohorte de adoradores de una mujer capaz de convertir en ceremonia algo que podría ser simplemente la respuesta a la necesidad alimentaria.
Porque de lo que nos habla Anh Hung, o al menos así lo entiendo yo, es de la magia que existe en detenerse en algo y llevarlo a cabo con cariño y cuidado y, por supuesto, con pasión. Y si elevamos el concepto de forma más universal, nos traslada la capacidad del ser humano de darle entidad a cualquier tarea y, en resumen, de hacer de la vida una experiencia plena.
Posiblemente el contar esta historia remitiéndonos a 1885, nos sirva para recordarnos lo que hemos perdido en el camino.
Como decía al inicio, el título español sí puede ser válido para transmitirnos la esencia de la película, porque es cierto que está cocinada a fuego lento, sin necesidad de grandes acontecimientos y con la atención centrada en las pequeñas cosas y en las elaboraciones que se producen en la cocina. Miradas y sonrisas ( algo que hace tan maravillosamente bien Juliette Binoche, quien reconozco que es una debilidad personal ). Quizás resulte que el director no sólo nos esté hablando de comida, sino también de cine, de ese cine capaz de recrearse en las sensaciones y de, desde la serenidad, regalarnos una forma de sentir la belleza.
Público
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