Dave Turner. Ebla Mari. Trevor Foz. Chris McGlade. Claire Rogerdson. Neil Leiper. Debbie Honeywood. Rob Kirtley
Entiendo que el cine de Loach pueda crearle a algunos cierto cansancio, y de ahí que esta última película no haya sido el entusiasmo al que nos tenía acostumbrados una parte importante de la crítica. Sin embargo, es una lectura que me parece injusta, efectivamente Loach siempre parece contar la misma historia, la de los desheredados, pero siempre lo hace con la misma honestidad y la misma capacidad narrativa, transparente.
En este caso, nos situamos en uno de los pueblos del norte de Inglaterra golpeada por el cierre de las minas. La pobreza que ha quedado, ofrece un presente precario que fomenta la amargura. Es aquí a donde llegan familias de inmigrantes procedentes de Siria. Frente a las reacciones negativas, T.S. Ballantyne, dueño del pub que da título a la película, será el abanderado frente a la xenofobia que surge de la miseria.
La narración no es del todo lineal, se va conformando a base de pequeñas anécdotas, y con ellas, como siempre, el director nos muestra de forma frontal la injusticia de un sistema que se despreocupa de gran parte de sus ciudadanos, pero también de la solidaridad entre todos ellos como la única manera de salir adelante.
Quizás pueda decirse que El viejo roble no tiene, siendo un tema especialmente sensible, las aristas de otras de sus películas ( mis favoritas, La Cuadrilla y Mi nombre es Joe ), pero no podemos poner sobre Loach la obligación de la reivindicación. Bastante hace con ser un cronista de las caras B del planeta, aquellas que pocas veces protagonizan películas de reconocidos directores. Que decida hacerlo poniendo su mirada en los hombres buenos, es algo que yo nunca le echaré en cara.
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