Director.-
Issa López
Intérpretes.-
Jodie Foster. Kali Reis. Jomh Hawkes. Christopher Eccleston. Fiona Shaw. Finn Bennett. Anna Lambe. Aka Nivlana. Isabella LeBlanc. Joel Montgrand.
Duración.-
6 capítulos- 60' C.U.
HBO
Recuerdo la primera temporada de True Detective como una de las mejores series policiacas que he visto en televisión. Una narración compleja, exigente con el público y capaz de enfrentarnos a las capas más sórdidas del ser humano.
No sé muy bien porqué no vi las dos siguientes, tendré que buscarlas. El caso es que llega la cuarta y, al igual que recordaba de la primera, me encuentro con una narración con personalidad propia y también centrada en el lado más oscuro.
Y esta vez, esa oscuridad se enmarca en un paisaje que le añade capas, nada menos que la noche polar, esa que ocupa días y días, en un desierto de hielo donde es mucho más lo que no se ve y se presiente, que aquello que se puede contemplar con claridad.
Es allí donde en una grotesca y terrorífica representación, aparecen los cadáveres torturados de seis científicos. Allí donde dos mujeres policías tendrán que luchar con sus pasados rotos que resucitarán en ese terrible presente. Allí donde es difícil sobrevivir con cierto nivel de felicidad porque sólo queda una soledad que navega de forma fluida entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Los seis capítulos, nos van introduciendo más y más en ese infierno, para conseguir, finalmente, alcanzar un final que no sé si sorprende más en si mismo o por el hecho de que después de la acumulación de desconcierto y desolación, podamos llegar a una conclusión creíble.
La cuarta temporada de True Detective es apasionante. Es difícil no engancharse, asumiendo las trampas que lo hacen caminar en un gótico cercano al terror, pero las historias, quizás con cierta acumulación, consiguen confluir en una sola y, como he dicho antes, en un final que responde a lo exigible. Y además, cuenta con una magnífica interpretación de Jodie Foster.
Y ese dramatismo, entre el hielo eterno y la noche, nos ofrece el paisaje íntimo y externo del miedo.
Público
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