TEATRO: EL LECTOR POR HORAS de José Sanchis Sinisterra

 


Director.- 

Carles Alfaro.

Intérpretes.-

Pere Ponce. Mar Uldemolins. Pep Cruz

En lo que se refiere a teatro de texto, El lector por horas, debería de ser una referencia. No sólo porque su desarrollo está sustentado por los diálogos entre sus tres únicos personajes, sino también porque compone un homenaje a la palabra, escrita primero y leída posteriormente.

Todo comienza cuando quien al parecer es un empresario de éxito y un hombre con posibles, contrata a otro para que haga de lector a su única hija, una joven que, siete años antes, perdió la visión en un accidente.

A partir de ahí, y a través de sus encuentros diarios, se desarrollará una trama que estará centrada principalmente en la pareja lector/ oyente, en lo que conocemos y en lo que esconden. Él un hombre solitario y con claras necesidades económicas, culto y servil; ella, inconstante y caprichosa, no sabemos si fruto de la amargura por su ceguera o por su entorno familiar.

Todo comenzará con unos preciosos pasajes donde estará presente El Gatopardo, El corazón de las tinieblas, Madame Bovary…. Y poco a poco, como si el título de la novela de Conrad fuese premonitorio, nos vamos adentrando en zonas oscuras llenas de dolor q se acercan incluso al sadismo, el abuso y la violencia.

El montaje, con su sobriedad escénica y una ambientación sonora constante, se presenta como un thriller, y como tal se desarrolla en la entrega de información, por capas y sin que nunca tengamos la seguridad de que sea cierta.

Responde de esa manera a las curvas y precipicios del texto, asomándose siempre a la verdad pero manteniéndose en el borde para obligar al espectador a ser parte de la propuesta y a decidir como caminar por ella. Personalmente el viaje me resulta fascinante, de una riqueza estremecedora.

Es cierto que contribuyen a hacer grande esta aventura íntima tres magníficos actores. Porque ellos hacen posible que adquiera cuerpo lo más importante, y regreso al inicio, ese texto capaz de mantener un equilibrio difícil y peligroso, igual que ocurría en las obras de Pinter. Aunque en este caso, propuesta nacional, sea Buñuel quien aparezca claramente en ese final tan oscuro que parece luminoso.

El lector por horas me parece una obra magnífica y Carles Alfaro ha preparado una magnífica representación. Es teatro exigente y agradecido. Reto y regalo. Inolvidable.    

Público      


Comentarios