Pedro Pascal. Ethan Hawke. Manu Rios. José Condessa. Jasón Fernández. Sara Salamo
La verdad es que a Almodovar, te guste o no, hay que reconocerle muchos méritos. Uno de ellos es el de ser de los pocos directores ( si no el único ) capaz de que sus cortometrajes de treinta minutos tengan estrenos comerciales en salas.
Lo consiguió con La voz humana, ese precioso capricho estético, y ahora con Extraña forma de vida, esta agradable desmitificación del western clásico.
La primera tenía sentido para mi como un experimento formal. A esta, me cuesta más encontrárselo.
Sí, parte de su propia excusa: convertir un género masculino por antonomasia en una apología del amor homosexual. Pero eso ya lo había hecho, con muy buenos resultados, Ang Lee en Broadback Mountain. Desaparece por lo tanto es la sorpresa y el posible escándalo ( ¿ a estas alturas?) por más que el director juegue con lo descarado en alguna escena.
Por lo demás, la historia es tan simple como poco trascendente, sin nada que moleste ni que emocione. Estéticamente me divierte su apuesta pop con un punto de comic: esa chaqueta verde, esos cuadros en las paredes… y llego al final sin darme cuenta.
Tal vez nos encontremos ante experimentos internacionales antes de que el autor se decida realmente por afrontar un largo en otro idioma, o tal vez sea sólo un entretenimiento… No lo sé. Personalmente creo que no aporta nada a su obra, tampoco a mi como público me aporta demasiado, pero han sido treinta minutos agradables, eso es todo.
Público
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