Jean Dujardin. Sandrine Kiberlain. Marine Vacth. Lyna Khoudri. Raphael Quenard. Anais Demoustier. Sami Outalbali. Jeremie Renier. Hugo Dillon. Stephane Bak. Sofian Khammes. Quentin Faure. Jeremy López. Sophie Cattani
Hace unos años, me sorprendió favorablemente un policiaco francés, Bac Nord, un ejercicio perfecto de sincronía capaz de maridar una acción trepidante con el contenido emocional que hace que empaticemos con sus personajes y veamos la historia como mucho más que un ejercicio de estilo.
El mismo director hace otra muestra de su capacidad para generar tensión en Novembre, su respuesta, concentrada en apenas cuatro o cinco días, ante la noche que, con epicentro en la sala de conciertos Bataclán, París se convirtió en un infierno gracias a los ataques sincronizados de un grupo de terroristas islámico.
Pero en este caso, aunque en el inicio de la conta se reconozca el carácter ficcional de la historia, opta por elegir un modelo de crónica policial mucho más veraz. Así, lo que nos ofrece Novembre es casi un reportaje pormenorizado de lo que ocurre en los cuerpos especiales de la seguridad francesa después de esa impactante escena en que todos los teléfonos comienzan a sonar al mismo tiempo.
Hay una trama que se engancha en un momento dado y por la que continuaremos, pero lo importante es el conjunto, que funciona magníficamente. Los personajes, sin tener tiempo para una definición amplia adquieren su densidad en los pequeños detalles y con ello el nivel humano que nos hace acompañarles durante las casi dos horas que dura sin dejar en ningún momento de preocuparnos por ello.
He leído algún comentario que hablaba de confusión. A mi no me cuesta nada seguir la historia y sentirme dentro, pero además, el director consigue que el problema de fondo alcance la entidad suficiente para que entendamos que no es sólo una película, sino una realidad a la que en estos momentos nos enfrentamos en Europa.
Lo dicho, una fantástica experiencia que convierte un género que podría quedarse en el mero entretenimiento en un documento dolorosamente importante. Y es capaz de colocarnos en el centro del conflicto. Si con eso no entendemos....
Público
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