Janet Novas. Diego Anido. Julia Gómez. Siobhan Fernandes. Carla Rivas. Daniela Hernan. Nuria Lestegas. Dario Fernández.
Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián
O Corno se abre con un grito, un parto filmado con gran realismo y pegado a los rostros de madre y comadrona, rodeado de esa expresión casi salvaje de dolor. Poco más de una hora y media más tarde, se cierra con otro parto y otro grito, esta vez silencioso. Tengo la sensación de que el recorrido marca la distancia entre una mujer en una situación familiar convencional, y una mujer sola con un futuro incierto. El viaje de tener a no tener, lo caminará la protagonista, María.
La primera parte de esta película, si entendemos como tal hasta que comienza la huida, es precisa, rigurosa, pausada y cercana, aquí comienza la caligrafía carnal que su directora extenderá durante toda la narración. Luego, el tramo hasta su llegada a Portugal, está emparentado con los escenarios de las novelas de aventuras más clásicas, la taberna me recuerda al principio de La Isla del Tesoro, esos viajes nocturnos en barca para pasar contrabando y cruzar la frontera. Y en la llegada al país vecino, es como si Camborda hubiese perdido el interés en la narración frente a una abstracción un poco confusa. Como hilo conductor en todo este trayecto, las mujeres y la solidaridad entre ellas, casi a nivel de homenaje, y los hombres sólo sombras que pocas veces están a la altura, incluso con una escena que pierde el punto de vista central y que, como punto simbólico, me parece demasiado simple.
O Corno no me parece perfecta, pero sí una película importante.
En primer lugar, es imposible no quedarse atrapado en la potente forma de contar de esta directora, su contundencia y su carnalidad pegada a los primeros planos. La narrativa hibrida a la perfección con imágenes poéticas perfectamente empastadas, y además, el uso del entorno costumbrista y de la naturaleza es magnífico.
Además, en el centro está la mirada y el silencio de una actriz para mi desconocida hasta ahora e inolvidable a partir de hoy Janet Novas, ella es en gran parte la razón de que nos enganchemos a este triste pero vital viaje.
Posiblemente mi problema con la propuesta es el giro hacia la última parte cuando la potencia narrativa anterior me tenía atrapado, pero en el recuerdo, incluso esos minutos tienen su significado, quizás me gusta más la aventura que la militancia, pero no me considero con capacidad para cuestionar las decisiones de alguien que aquí demuestra tener una voz propia a la que, sin ninguna duda, voy a seguir.
Público
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