Laia Costa. Daniel Pérez Prada. Pep Cruz. Aina Clotet. Delia Brufau. Ainara Elejalde. Marti Atance
Hace unos años me gustó mucho Las distancias, una película que había sido premiada en el Festival de Málaga. Retrato generacional en tiempos de crisis económica, me llamó la atención lo bien escrita que estaba ( además de otros valores como la interpretación).
En Los encantados me encuentro con una propuesta que se parece mucho a la anterior: Trape narra algo cotidiano ( en la anterior, el viaje de unos amigos para sorprender a otro que vive en el extranjero, aquí una separación la primera vez que debido a la custodia compartida madre e hija deben separarse ), en una narrativa meticulosa, introduce elementos de extrañamiento, aunque no lo suficiente como para abandonar el realismo ( en la primera, la imposibilidad del encuentro, aquí la vecina que duerme en las montañas o el invitado que enferma repentinamente ) y pronto nos damos cuenta de que, lo que nos está contando con ese calculado artificio, es la confusión interior de sus personajes, un retrato íntimo disfrazado con una caligrafía en apariencia transparente pero minuciosamente construida.
Irene se queda sola cuando su marido se hace cargo de su hija por unos días. Pronto seremos conscientes de su ansiedad, su soledad, su incapacidad de reaccionar de una forma serena. Su única salida es una casa en un pueblo en las afueras donde posiblemente el tiempo transcurra de una forma diferente, entre conocidos de la infancia.
Sin embargo, no hay escapatoria de uno mismo, y esos días son para la protagonista un incómodo trayecto a reconocerse a si misma cual es el origen de su dolor.
Los encantados es una película serena e inteligente, al tiempo que una muy buena lección de cine, un producto redondo y coherente. Y también una magnífica interpretación de Laia Costa capaz de transmitirnos todos los matices de una maternidad confusa y su sufrimiento.
Público
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