CINE: JUEGO LIMPIO de Chloe Domont

 

USA 2023

Phoebe Dynevor. Alden Ehrenreich. Eddie Marsan. Sebastian de Souza. Rich Sommer. 

Netflix

Estamos en tiempos mediatizados por lo ideológico. Lo siento pero me niego a plegarme al pensamiento único, a lo políticamente correcto. Al final de este comentario ( ya sabéis que no me gusta llamarles críticas ), explicaré el porqué de esta introducción.

La historia comienza con la presentación de la pareja protagonista, claramente enamorados y con la juventud y fuerza para tener un futuro por delante. Sin embargo, el primer encuentro sexual que contemplamos, tiene un punto de vista escatológico que ensucia la estética del romance. Lo que para muchos puede ser naturalidad, es para mi el aviso de que lo que vamos a ver está lejos de las historias de triunfadores que parecen filmadas para lectores de Vogue. Aquí hay realismo.

La pareja vive en un barrio de los suburbios, acuden a su trabajo en transporte público, comparten la misma empresa aunque tienen que mantenerlo en secreto, los dos son poco menos que el escalón más bajo en una compañía donde lo único importante es hacer dinero y donde las personas carecen de ningún interés humanamente hablando. Todo es sucio, las conversaciones, los chistes, las relaciones.... la moralidad está por los suelos ante la necesidad de alcanzar la cúspide.

En ese escenario, cuando los dos pensaban que, ante una oportunidad, el hombre iba a ser ascendido a un puesto superior, la sorpresa llega cuando es ella la elegida. A partir de ahí la cinta entra de forma meticulosa y sin concesiones en mostrarnos la crueldad y la oscuridad en la trastienda del poder económico, su machismo y su desprecio por todo lo que no esté a su altura. Y esa atmósfera funciona como un imán hacia quienes se acercan, es decir, hacia nuestra protagonista.

El guion cuenta muy bien como poco a poco, lo que parecía una relación estable, se va pudriendo poco a poco, y la directora consigue trasladar un nivel de tensión creciente, casi de thriller. Se palpa esta suciedad, ese barro que lo va manchando todo. 

Y llegamos a la reflexión inicial. Esta claro que un elemento de desequilibrio en lo que ocurre, es que la mujer se ponga por delante de su pareja, pero la afectación es mucho más amplia. No estamos hablando de un tema relacionado sólo con la lucha de sexos sino de la vaciedad de un mundo sin valores. Por eso, un final tan efectista y tan simplificador del conflicto, me parece reduccionista frente a una historia que hasta entonces nos había atrapado.

De todas maneras, Juego limpio es una buena película, muy buena en algún momento, excelentemente interpretada por la pareja protagonista y un elemento de reflexión potente sobre lo que de verdad importa.

Público

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