Tommy Lee Jones. Jamie Foxx. Pamela Reed. Mamoudou Athine. Jurnee Smollett. Alan Ruck. Amanda Warren. Bill Camp. Tywayne Wheatt. Dorian Missick. Keith Jefferson. Andrea Frankie. Bill Slaughter
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A ver, sé que puede sonar herético que para hablar de esta película, haga referencia a Furia de Fritz Lang, pero voy a intentar explicarlo. Siempre pensé que, si ese clásico me gustaba tanto, era porque colmaba cualquier deseo de justicia. Ojo a mi sinceridad, no hablo de justicia, sino de venganza, de que los malos terminen sufrientes y derrotados.
Pues bien, algo parecido me pasó, en tono mucho más superficial y naif, eso sí, viendo The Burial. Vamos por partes:
Estamos ante un cine de juzgado, una de esas historias tan frecuentes de David contra Goliat, en este caso, un empresario de una funeraria, a punto de jubilarse, contra el propietario de un emporio del sector, que quiere llevarle a la ruina. Y si además está basado en hechos reales, todo nos suena un poquito a conocido y a posible producto fácil.
Pero hay un personaje que hace que todo sea diferente: el abogado está lejos de ser un profesional ejemplar. Al contrario, aparece como el sumun de la vulgaridad millonaria, poco dotado de escrúpulos morales.
Todo comienza casi como un juego, vemos la preparación de las dos partes, la teatralización de su actividad, incluso asistimos a una conversación en la que los letrados de las dos partes comparten estrategias como si se tratase de una partida de ajedrez amistosa.
Pero poco a poco, las cosas se van abriendo. La utilización que la pareja de abogados ( ambos de color ) harán de la cuestión racial, hará que en algún momento podamos sentirnos descolocados ¿ no se trataba de poderosos y humildes? , sí, se trataba de eso, y de lo otro, porque de lo que al final se trataba es de la venganza de quienes pierden tan a menudo, y de regalarles un final glorioso, vencedor, sin profundidades, y totalmente disfrutable.
Betts consigue una caligrafía brillante y vibrante, ágil y efectiva, sin perder ni elegancia ni corrección, y, sobre todo, consigue una excelente interpretación de Jamie Foxx en la piel de un hombre por el que podemos cometer el error de dejar que nuestra soberbia sienta hilaridad, olvidando que un chándal no anula su capacidad de ser grande.
Supongo que muchos pensarán en The Burial como un ejemplo de cine fácil, comercial. A mi me parece un producto muy respetable y con mucho que disfrutar. Y además, sí, en su conclusión me siento con la satisfacción de saber que, al final, todos se han llevado lo que se merecían. Sí. Como en Furia.
Público
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