Director.-
Laura Sarmiento. Jorge Torregrosa. Laura Mañá.
Intérpretes.-
Úrsula Cordero. Quim Gutiérrez. José Manuel Poga. Isak Ferriz. Eva Llorach. Pep Tosar. Pablo Derqui. Mamen Duch. Aina Clotet. Raúl Prieto. Sergi Cervera. Oscar Dotra
Duración.-
8 capítulos. 45' C.U.
Nerflix
El true crime ha sido siempre un género muy británico. La verdad es que ese país está poblado de ese tipo de asesinatos oscuros y ceñidos muchas veces al ámbito familiar, que generan muy buenas obras de pseudoficción.
Poco a poco aquí hemos ido aprendiendo, eso sí, con el planteamiento mucho más carnal y sangriento, que a fin de cuentas es lo que se espera de los mediterráneos.
En ese sentido, El cuerpo en llamas es un ejemplo claro de lo que podemos contar y como contarlo, un crimen con mucha pasión a su alrededor, una mujer fatal, un psicópata enamorado.... a fin de cuentas, se trata de una historia que consiguió mucho tiempo en las noticias, posiblemente porque todos los protagonistas eran policías pero también por lo sórdido de la situación.
Rosa es una mujer caprichosa en lo que se refiere a sus relaciones y con ningún atisbo de fidelidad. Es importante señalar que no parece que su objetivo sea medrar a través de sus parejas, ni económica ni profesionalmente. Es simplemente una mujer que necesita sentirse deseada y disfrutar a su antojo. Hasta ahí nada que objeta. El problema es que para ello no le importa hacer daño a los demás, y su capacidad de mentir es infinita.
Probablemente el problema surge cuando conoce a Albert y comienza con el una relación tan tóxica como irrompible. Él es un psicópata de manual, con un desprecio absoluto por la vida. Y posiblemente, ambos sientan el uno por el otro un sentimiento parecido al amor.
Cuando Rosa intenta ordenar su vida con otro hombre, está firmando la sentencia de muerte del muchacho.
La serie está muy bien escrita, uniendo piezas de diferentes épocas con ritmo y orden suficiente para que nadie se pierda. Muestra los hechos sin intentar encontrar significados morales. Tampoco utiliza el impacto visual para atraparnos. Creo que su mejor arma son sus intérpretes, en especial la pareja protagonista pero también todos los demás. El conjunto es homogéneo y capaz. Difícil no creérselos.
Y el resultado final, una muy buen muestra de eso que los ingleses llaman true crime y al que, visto lo visto, deberíamos comenzar a buscar un nombre castizo.
Público
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