Gael García Bernal. Perla de la Rosa. Bad Bunny. El hijo del Santo. Roberta Colindrez. Raúl Castillo. Joaquín Coslo. Ivan Jasso. Leonardo Alonso. Andrea Pazmino. Yaliza Burgos.
México es un país brutalmente machista y la lucha libre mejicana, como un espectáculo único allí, es una demostración tan excesiva como su propia estética. De hecho cuenta con una subclase de luchadores denominados exóticos, una especie de drags en el ring, cuyas funciones, además de darle aun más color al show, es ser insultado por el público con expresiones de todos conocidos y, por supuesto, perder.
Cassandro cuenta la historia real de uno de estos luchadores, que decide en un momento determinado que el quiere ganar, un joven descarado y atrevido, con un impresionante sentido de lo teatral.
A partir de ahí se desarrolla un retrato superficial del personaje. El director no pretende contarnos sus motivaciones, ni profundizar en sus sentimientos, a cambio nos muestra diferentes perfiles que en muchas ocasiones no tienen continuidad narrativa: sus extravagancias, su relación frustrada, sus momentos de soberbia, la envidia de sus compañeros.... quizás sólo la relación con su madre y con su padre sirvan de hilo conductor. Con respecto a su defensa de la libertad sexual, algo que, de alguna manera cierra la película, hay una posición compleja porque, si bien, sin duda, defiende esa libertad, también es verdad que defiende incluso la capacidad de convertirse en objeto de burla siempre que esto sirva para ganar dinero y salir de la miseria.
Hay dos aspectos que hacen de Cassandro una propuesta atractiva y con valor:
En primer lugar, Ross Williams rueda con una visión tan colorista, expansiva y extravagante que la película es tan excesiva como el propio deporte que representa, y visualmente resulta fascinante.
Y en segundo lugar, y más importante, la interpretación de Gabriel García Bernal. Personalmente ya me quedé pegado al actor hace mucho con Y tu mamá también. Desde entonces no ha hecho más que crecer, pasando por La mala educación, dificilísimo papel, varias de Iñarritu y productos más convencionales en el cine americano, nunca falla. En Cassandro asume un papel atrevido y valiente para cualquier intérprete, exhibiéndose y consiguiendo un equilibrio muy complejo de contención cuando la esencia de su personaje es el exceso. Él es esta película.
Creo que en definitiva, y sumando todas las partes, Cassandro es un buena película, y al mismo tiempo, tiene mucho de descubrimiento de una cultura desbordante que, desde la violencia y la pobreza, crea una mitología cutre pero alabada por muchos y que es algo así como la versión oscura de los Marvel.
Público
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