1072 páginas
Disponible en ebook.
Como muchos, conocí a Tokarczuc con la concesión del Nobel de Literatura. Al igual que había ocurrido anteriormente con Herta Muller o Jelineck, para mi el premio se convirtió en un sorprendente descubrimiento. En este caso, todavía reducido a las pocas obras de la autora traducidas al castellano.
Los libros de Jacob es, supongo, su obra más ambiciosa. Más mil páginas para contar la historia de una herejía que durante el siglo XVII nació en Polonia y se extendió a otros países como Turquía, Austria y Alemania.
Asistimos a la génesis y a su estabilización final, tras pasar por diferentes etapas de éxito y abandono. Asistimos a la extensión popular y al convencimiento de creyentes que deberían de ser capaces de entender el nivel de superstición. Recorriendo todo ello, un personaje tan fascinante como deleznable, tan fatuo como inteligente. Un retrato complejo de Jacob y algunos de sus acólitos más cercanos, en especial su hija Ewa, que ya de por si suponen magníficos ejercicios literarios.
Como ya ocurría en Un lugar llamado Antaño y Los errantes, la autora es generosa en el número de personajes. Pero en esas obras la estructura era de relatos casi independientes que integraban ese conjunto. Aquí sin embargo la historia es una y, hasta cierto punto, lineal, cubriendo varias décadas, y eso hace que cada uno de los participantes nos acompañe durante muchas páginas, y hay que decir que, además, la mayoría de ellos cambian de nombre en alguna ocasión. Sí, no me resulta fácil pensar que tengo atrapados todos los hilos, tampoco a muchos los conocemos con la profundidad suficiente para reconocerlos en cualquier situación. Y sin embargo, más allá de algún momento de pérdida, recorro la lectura con mucha comodidad.
La autora ha sabido dibujar su novela histórica como un gran tapiz, sin detenerse en lo pictórico pero también sin olvidarlo, en función de las necesidades narrativas. Con ello, recrea una historia apasionante y que a mi me resultaba totalmente desconocida.
No estamos tan lejos. A fin de cuentas, Los libros de Jacob habla de cosas tan actuales como la pérdida de intimidad de las religiones, su repercusión política y, sobre todo, de los liderazgos tóxicos, que no representan más que la necesidad de los seres humanos de ser guiados frente a la responsabilidad de tomar sus propias decisiones.
No, no es un libro fácil. Es un libro magnífico. Literatura, historia y reflexión, que también nos sirve como base para entender mejor este continente, la vieja Europa, y comprender u poco todas sus cicatrices.
Público
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