Alberto Ammann. Bruna Cusi. Ben Temple. Laura Gómez. David Comrie
Sólo 74 minutos, eso sí, en un elevado nivel de tensión, pero a fin de cuentas, sólo poco más de una hora. Y es importante todo lo que cabe en esta película.
La historia es simple, y quizás algunos hayamos vivido algo parecido aunque afortunadamente no a este nivel. Una pareja viaja a EEUU con el objetivo de comenzar una nueva vida en Miami. En su escala en Nueva York, que supone su entrada al país, serán objeto de un interrogatorio por parte de inmigración, que los llevará al límite.
Con un guion milimétrico y siempre creíble, sus directores nos hablan de muchas cosas y nos posibilitan distintas lecturas:
Por un lado, podemos disfrutarla ( quizás esa palabra no sea adecuada ) como un thriller kafkiano en el que los protagonistas se ven enredados en un conflicto que no comprenden y del que, por lo tanto, no saben como pueden salir.
También, ligado a este mismo concepto, nos ofrece una versión oscura de una historia de amor aparente que, sin duda, le habría gustado a Hitchcock. Casi un prólogo de Sospecha, la incertidumbre que te envuelve cuando eres consciente de que no conoces a la persona con quien has decidido compartir tu vida.
También, sí, nos habla por supuesto de nuestra fragilidad ante el sistema, de la dureza de la inmigración, y de la aparentemente inhumana actitud con la que algunos países han decidido proteger sus fronteras.
Y, por supuesto, Upon Entry nos facilita dos ejercicios de interpretación perfectos, contenidos y puntuados de matices, rigurosos. Ammann ha sido premiado en Málaga, pero el reconocimiento el galardón sería perfectamente intercambiable con su compañera.
En resumen, este artefacto perfecto es un magnífico entretenimiento, un interesante estudio psicológico de sus personajes. pero también cine político susceptible de reflexión. Y todo, sólo en 75 minutos, lo cual, no sólo potencia el impacto sino que nos recuerda que lo bueno si breve.... ( al final los refranes siempre tienen razón).
Público
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