Cilliaan Murphy. Emily Blunt. Robert Downey Jr. Matt Damon. Florence Pugh, Rami Malek. Josh Harnett. Keneth Bragnah. Tom Conti. Dylan Arnold. Gary Oldman. cCasey Affleck. Benny Safdie. Jason Clarke. James D'Arcy. Matthew Modine. Jefferson Hall. Guy Burnett.
Ser un acontecimiento cinematográfico antes de su estreno,
no es algo que necesariamente beneficie a una película en lo que se refiere a
la crítica. De hecho siempre he tenido la sensación de que coloca el producto
en un punto de mira que sólo permite o la adoración o el destrozo. Christopher
Nolan es, sin duda, uno de los grandes directores del momento. Su fascinante
caligrafía cinematográfica es paralela a su ambición. El hecho de que anunciase
un proyecto sobre un controvertido icono de la historia americana, con una
duración de tres horas se convertía desde su génesis en un acontecimiento. Y
tengo que reconocer que me encanta esa sensación de película/ acontecimiento
que devuelve a las salas su grandeza como experiencia.
Vamos al lío:
Antes de verla, sabía muy poco de Oppenheimer, más allá del
hecho de ser el físico que lideró el desarrollo de la primera bomba atómica.
Nolan nos lo presenta desde sus inicios como alumno inquieto, con perfectas
elipsis pero información suficiente, en lo que podría ser la primera parte de
la historia. La segunda se centra en el Proyecto Manhattan y su desarrollo en
Los Álamos, un pueblo construido con el único fin de incorporar una colonia de
científicos trabajando para un único fin. El tercer acto, se corresponde con la
caída del personaje, su juicio, y nos enfrenta al absurdo de una sociedad
embargada por el miedo y a la futilidad de la gloria.
Uno de los aciertos y de los riesgos de la narrativa elegida
por Nolan, es que las tres partes se entrecruzan, existiendo en cada una de
ellas referencias a las anteriores, e incluso estructurándose todo como un gran
flashback con prólogo y epílogo. Hay algún momento en que no me resulta
sencillo encajar los tiempos ( ya he dicho al principio que es una historia que
desconozco) , y decido seguir adelante, porque todo resulta apasionante incluso
en los momentos de ligera confusión. Al final todo encaja, las piezas terminan
conformando un todo perfecto, pero quizás puede haber alguien a quien el camino
le resulte muy exigente.
Por lo demás, el retrato de los personajes y de la época que
les tocó vivir, es impactante. El director nos lo expone con una caligrafía que
integra a la perfección lo íntimo con la grandeza del momento, haciéndonos ser
conscientes de que se encontraban ante un momento épico que iba a cambiar el
futuro de la humanidad. El nuevo Prometeo, sería el germen de una mitología tan
peligrosa y a veces irresponsable como la de los antiguos dioses del Olimpo. Todo avanza febril, en el exceso, compuesto por imágenes que impactan y envuelto siempre en una banda sonora de música y ruido que parece guiarnos, la historia cabalga sin reposo acumulando información y sucesos. Una magnífica sensación de agotamiento que nos acompaña de principio a fin.
Oppenheimer es sin duda una gran película tanto desde el
punto de vista visual como narrativo. La producción es grande y generosa, los
intérpretes perfectos ( a pesar de la omnipresencia de Murphy, es imposible no
citar a Robert Downey Jr ). Afronta, como tantas películas americanas, un
capítulo fundamental en la historia de su país, con la suficiente carga
crítica. Y, sin ser perfecta, nos ofrece tres horas de gran cine.
Sí. Oppenheimer resiste perfectamente la exigencia de
acontecimiento, con solvencia. Reúne la mejor tradición del cine clásico con
las exigencias de un público moderno, y además nos enfrenta a la reflexión.
Tendrá el éxito que se merece y hará mucho porque el cine
recobre su grandeza.
Público
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