CINE: MISIÓN IMPOSIBLE: SENTENCIA MORTAL- PARTE 1 de Christopher McQuarrie

 

USA 2023

Tom Cruise. Hayley Atwell. Rebecca Ferguson. Simon Pegg. Ving Rhames. Vanessa Kirby. Esai Morales. Pom Klementieff. Greg Tarzan Davis. Cary Elwes. Shea Whigham

Hay varios géneros que, a pesar de contar con un gran respaldo de público, producen un rechazo casi uniforme a la hora de ser valoradas. Son fundamentalmente la comedia y el cine de acción. Incluso a aquellos que las disfrutan, concluyen muchas veces con frases como "es sólo una comedia". 

Personalmente nunca me he sentido mediatizado por esos complejos ( ¡ pero si estoy deseando ir a ver Barbie !). Pero me gusta mucho ver que empiezan a superarse también desde el punto de vista de la crítica. Hace poco fue la cuarta entrega de John Wick a la que se le reconoció su calidad casi coreográfica y su estética barroca, y ahora ocurre con la última entrega de Misión Imposible, en una versión igual de sofisticada.

Y es que, como creo que ya he comentado alguna vez, la cultura no puede ser excluyente, y, disfrutar del cine reflexivo, político, intelectual.... no tiene porque evitar que disfrutemos del cine espectáculo. Yo lo disfruto y mucho. A fin de cuentas, fueron este tipo de películas las que, en mi infancia, me llevaron a amar el séptimo arte.

Misión Imposible comienza en esta ocasión con una claustrofóbica escena en un submarino ruso. Sin solución de continuidad, entran en escena Ethan Hunt y sus amigos y en cuestión de segundos estamos en movimiento. Todo es brutal, inmenso y sorprendente. Recorremos el desierto, Roma, la noche veneciana y Los Alpes que cruzaremos en un tren veloz. Cada escena enlaza con la siguiente, hay poco tiempo para el reposo pero sí puntos de amarre muy bien colocados que actúan como guía. Y la trama, totalmente pegada a nuestra actualidad, un anuncio de apocalipsis vinculado a la inteligencia artificial que hoy es temiblemente creíble.

No tengo nada que reprochar a esta película, me atrapa desde el principio y me tiene embobado durante casi tres horas sin mirar el reloj. A mi esto me parece una señal de respeto absoluto al espectador, que tiene claro que es lo que va a ver y lo encuentra multiplicado por cien.

Eso sí, esta es la primera parte de esta odisea, aunque queda bastante conclusa. Desde ya estoy deseando la segunda.

Público

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