CINE: EL REGRESO DE LAS GOLONDRINAS de Li Ruijun

 

China 2022

Hai Quing. Renlin Wu. Sharla Cheung. Yang Guangrui. Zhao Dengping. 

Bienaventurados los mansos, y yo nunca terminaba de entender lo que eran los mansos. No era capaz de otorgarles entidad.

Los protagonistas de El regreso de las golondrinas, son sin duda dos mansos. Personas llamadas a quedar al margen de la existencia, a no molestar y ni siquiera soñar con ocupar un lugar mínimamente relevante en la historia o en la vida de ningún otro ser humano.

A Cao y Ma los casan nada más empezar la cinta. Él es un hombre pobre, bueno y callado, ella ligeramente lisiada, con problemas de continencia urinaria, silenciosa hasta la afasia. La unión se lleva a cabo, sin conocerse, para que ella se vaya de la casa familiar y su hermano se pueda casar. Juntos, se van a vivir a una casa en ruinas que pronto será derruida, mientras se construyen otra con sus propias manos.

Poco a poco, en esos largos días sin separarse, aprenderán a cuidarse, a apoyarse, a reírse ( lo que significa, posiblemente por primera vez en su vida, una felicidad espontanea y abierta ) y, porqué no, a quererse.

Y es que estos mansos que comienzan causándonos cierto rechazo por su suciedad, su pobreza, su falta de vitalidad y su grisura, poco a poco, nos irán atrapando en su sencillez, pero también en su grandeza. Porque lo que descubrimos, son momentos en que surge entre ellos un amor transparente de una pureza extraordinaria y una ternura inmensa. Los mansos se hacen grandes ante nuestros ojos, porque nada hace tan grande a un ser humano como ser querido. Entendemos entonces que de lo que nos habla Li Ruijun en esta película, es del milagro de la vida, porque todas, incluso aquella que podemos considerar la más ínfima, es un reflejo de la divinidad.

Dicho esto y teniendo en cuenta el entorno, pensaríamos en una caligrafía hiperrealista, cercana a los primeros films de Yimou o Zhangke. Nada más lejos de la realidad. La película se compone de escenas breves y delicadas, en las que prima el detalle, pero además sus imágenes están muy cuidadas, casi con sofisticación, alcanzando un nivel de belleza cromática muy importante.

El regreso de las golondrinas es una película preciosa por dentro y por fuera. Una experiencia serena que nos habla de la verdad y, ya lo he dicho antes, de la grandeza del ser humano, y sobre todo, del amor. Y concluyo entendiendo, ahora sí, esa bienaventuranza, bien los mansos porque de ellos es el reino de los cielos, cielo que pueden tocar en esta tierra con mucho más merecimiento que ninguno de nosotros.

Público 


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