Edward Norton. Scarlett Johansson. Tom Hanks. Matt Dillon. Jason Schwartzman. Hope Davies. Margot Robbie. Rupert Friend. Steve Carrell. Tilda Swinton. Willem Dafoe. Jeffrey Wright. Adrien Brody. Steve Park. Jake Ryan. Rita Wilson.
Enamorado de Anderson hasta que choqué con La Crónica Francesa, acudía a ver Asteroid City con cierta prevención. Algunas de las críticas hablaban más de un ejercicio de autocomplacencia, de acumulación de estrellas y tics, en definitiva, de un modelo que comenzaba a agotarse.
Igual en El Gran Hotel Budapest se homenajeaba el mundo de Stefan Zweig y La Crónica Francesa al New Yorker y el cine clásico francés, se supone que en esta ocasión el referente es el teatro americano de los años sesenta en su momento ¡del inicio de la producción de una obra. Tengo, por desconocimiento, una implicación menor que en las otras, aunque sí encuentro imágenes que me recuerdan a escenas vistas en el cine.
En cualquier caso, en uno de sus ejercicios de estructura narrativa, Anderson nos lleva desde el blanco y negro al color, hasta un lugar en medio del desierto y alrededor de un cráter producido por el impacto de un meteorito. Allí, con motivo de un concurso de talentos para jóvenes científicos, se trasladará un variopinto grupo de personas que, terminarán confinados en una inesperada cuarentena.
Hay varias cosas que hacen de esta película una propuesta singular.
La primera, comentada hasta la saciedad, el color. Esa textura casi de dibujo animado en tonos pastel que tan bien le sienta a la ingenuidad de Anderson y a su cuadriculada y equilibrada caligrafía.
Pero sobre todo, creo que lo que hace especial es su libertad. Aquí el director no monta una colección de historias como en su cinta anterior, porque aquí realmente no hay propiamente historias sino más bien escenas que, conjuntamente, componen un matiz lleno de humor.
Sí, hay acumulación, sin duda, y tengo la sensación, en algunos momentos, de gran broma. Pero lo más sorprendente es la asombrosa agilidad con la que transcurre y su inesperada narrativa que salta de un polo a otro nuevo, sin necesidad de justificar absolutamente nada.
Asteroid City es, sí, una película totalmente reconocible de su autor, quizás en exceso. Y no, no se encuentra entre sus obras maestras. Pero también tiene mucho que recordar.
Personalmente pase dos horas muy divertidas. Y salí con una sonrisa. Gozosa sonrisa.
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