TEATRO: LOS SANTOS INOCENTES de Miguel Delibes

 

Director.-

Javier Hernández- Simón

Intérpretes.-

Javier Gutierrez. Pepa Pedroche. Jacobo Dicenta. Fernando Huesca. Yune Nogueiras. Marta Gómez. Luis Bermejo. José Fernández. Raquel Varela

Cuando hablamos de Los Santos Inocentes, todos recordamos la magnífica y desasosegadora película de Mario Camús que nos enfrentaba a lo peor del caciquismo en la etapa franquista. La narración realista nos acercaba al horror de unas vidas condenadas a la ausencia absoluta de futuro. No hacía falta nada más para remover las conciencias.

La traslación al teatro no era fácil, y de la versión del teto que se nos ofrece aquí, sólo corregiría el exceso de maldad del Señorito Iván, con tramas paralelas como la de su affaire con la mujer de su secretario, que por otro lado, ni está del todo resuelta más allá de lo obvio ni aporta nada al conjunto. Lo cierto es que, para acercar al público de hoy lo que se cuenta haciéndolo creíble, que es el nivel en que este testimonio debería de moverse, quizás se debería de evitar el tremendismo que en ocasiones se roza.

Otra cosa es la puesta en pie.

Frente a la vinculación de Delibes a la naturaleza, aquí se opta `por un escenario poético y estático, y las escenas se desarrollan en ese lugar con un tono estético casi de teatro ceremonial. Hay un ritmo  cinematográfico en el desarrollo de las acciones que se van encadenando con fluidez. Igual que ocurría en en la película, lo que se muestra es tan cruel que no necesita ningún subrayado para que nos rompa el alma y nos lleve a avergonzarnos. También nos transmite la emoción de percibir el alma dolorida en cada uno de los sufrientes. 

Por lo tanto, mi valoración es en general positiva 

Y para ello tiene mucho que ver la magnífica interpretación de Javier Gutierrez. También la de gran parte del reparto, aunque también ahí existe algún desequilibrio.

Llega el final. Y quizás en ese punto falte algo de fuerza. Pero es imposible no terminar con el corazón sobrecogido, y valorar el esfuerzo por poner en pie un texto difícil, doloroso y con mucha magnífica  literatura dentro. 

Público

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