CINE: R.M.N. de Cristian Mungiu

 

Rumanía 2022

Judith State. Marin Grigone. Maria Victoria Dragus. Alin Panc. Macrina Barladeanu. Andrei Finti. Axel Moustache. Ovidiu Crisan. Victor Benderra. Gheorghe Ifrim,. Ecaterina Tugulea

Europa nunca ha dejado de ser un continente fascinante, sujeto a cambios constantes que socialmente avanzan y retroceden , a revoluciones que no siempre se reconocen como tales, condenada a la fusión de culturas ancestrales y a tener que transmitir la seguridad de una civilización sin fisuras.

Es difícil retratarla por lo que implica de reconocimiento de su heridas y las cicatrices abiertas, especialmente en aquellos países que, tras los últimos movimientos políticos, todavía no han consolidado sus fronteras ni físicas ni morales.

R.M.N comienza como un western. Un trabajador rumano en Alemania, abandona su puesto para volver a la localidad donde viven su mujer, su hijo, su padre, su amante y, en definitiva a lo más parecido que tiene a un hogar. Ese regreso, y una visión de su vástago que tendrá mucho de circular, es el tronco de un relato donde el director nos cuenta muchas más cosas.

Con sobriedad y solidez, traza un retrato minucioso de una comunidad pequeña, ajena posiblemente a los problemas de la Europa de las grandes ciudades pero con los suyos propios. Con sus actividades comunitarias, sus rencillas y sus glorias. Posiblemente existan muchas, muchísimas así a lo largo del continente, comunidades que para el interés político global apenas son restos que deberán de ceñirse a una línea moral que nunca los ha tenido en cuenta, pero sí los juzgará sin piedad ante sus miedos a lo desconocido. 

R.M.N. habla de racismo, pero también habla de muchas más cosas, de ese miedo, de la necesidad de volver a tener raíces que den seguridad a su vida, del vasallaje que crea la política de la subvención... En ese sentido, la escena central, la asamblea, es una muestra tan rica como contundente del pensamiento desconcertado de la mayoría de los habitantes.

Mungiu nos ofrece por lo tanto una película de críptico final, transparente en su narrativa, y valiente en el retrato. Personalmente creo que es cine necesario para aquellos que pensamos que conocemos la realidad sólo mediante la observación de los telediarios, y que en verdad desconocemos la capa más escondida que no es más que el día a día, lo cotidiano de muchos seres humanos a los que no puede dejarse al margen si de verdad queremos que el mundo camine. Y muy especialmente nuestra sabia, perezosa, plural y cansada Europa.

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