CINE: 20.000 ESPECIES DE ABEJAS de Estibaliz Urresola Solaguren

 

España 2023

Patricia López Arnaiz. Sofia Otero. Ane Garabain. Itziar Lazkano. Sara Cozar. Martxelo Rubio

Salgo de ver esta película fascinado por muchas cosas, fundamentalmente por la sensibilidad y el equilibrio que Urresola demuestra en su ópera prima. Es cierto que un corto suyo anterior que aquí comenté, Cuerdas, hacía presagiar cosas muy buenas, pero ante una apuesta tan ambiciosa como esta, no era sencillo mantener el pulso.

El eje central de esta historia, centrada en unas vacaciones de varios miembros una familia en un pueblo, alejados de su entorno cotidiano, es la confusión de Aitor, un niño que quiere ser Lucía. En la situación actual de crispación política y social sobre ciertos temas, era fácil caer en errores como la manipulación, el maniqueísmo o el subrayado. Y sin embargo, la minuciosidad con la que está escrita y la delicadeza con la que está filmada, sortea todos los obstáculos.

De hecho, la directora, sin duda, llena de ternura su mirada hacia la protagonista, pero esto no impide que nos la muestra como una criatura egoísta y consentida, capaz de desestabilizar a quienes están a su alrededor. También deja abierta la puerta a que quien quiera pueda cuestionarse si la excesiva protección o una maternidad desordenada y sin límites podría tener algo que ver, o cual de las dos actitudes es más correcta para el desarrollo correcto del niño, sin que en ningún caso exista el dedo acusador.

Porque con un desarrollo sutil y delicado, muy bien graduado, de lo que habla 20.000 especies de abejas es también de la duda, de lo difícil que es afrontar ciertas situaciones considerando que la vida realmente nunca tiene libro de instrucciones.

Para que todo fluya, Urresola escribe un guion sólido y rico, que crea el entorno completo, otorgándole entidad y biografía a todos los personajes. De cara a ponerlo en pie, hay dos factores fundamentales, en un reparto perfecto:

En primer lugar, ese milagro que es Sofía Otero. Se dice que los niños son actores naturales, pero lo suyo es otra cosa. Aquí hay interpretación, matizada, visceral, perfecta. Con un desarrollo magnífico a lo largo de la película, cubriendo a la perfección el arco de su personaje.

Y luego está Patricia López Arnaiz, una actriz que nunca está mal pero que cada vez está mejor. En este caso, su Ane ( un nombre con especial significado para ella ) es un personaje capaz de transmitirnos todo el amor, la angustia y el desconcierto de una madre, en cada gesto, en cada palabra.

20.000 especies de abejas es un hermoso regalo, un cuento para la reflexión y otra muestra del magnífico momento en que se encuentra el cine español.

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