Lea Seydoux. Melvil Poupaud. Pascal Gregory. Nicole Garcia. Camille Leban Martins. Fejiria Deliba. Sarah Lepicard. Elsa Guedj. Pierre Meunier.
Siempre he apostado por la subjetividad reconocida a la hora de hablar de mis comentarios en este blog. Creo que no sólo es imposible dejarla a un lado sino enriquecedor. Son muchas las ocasiones en que me he encontrado en diálogo personal con una obra, y es una experiencia íntima que me gusta compartir.
Esto me ha ocurrido hoy con esta película, Una bonita mañana, una cinta sobre la que contaba con referencias muy positivas pero con la que no esperaba sentirme tan cerca.
Sandra, joven viuda con una hija aun en la infancia, se encuentra en un momento complejo de su vida. Su padre, fruto de una cruel enfermedad degenerativa, ya no puede vivir solo y deberá ser trasladado a una residencia. Al mismo tiempo, ella comenzará una relación sentimental con un viejo amigo de su marido, casado y con un hijo.
Durante el transcurso del tiempo que recorremos en estas casi dos horas pasan muchas pequeñas cosas, pero, sobre todo, miles de sentimientos, y, como ocurre sencillamente en la vida, ninguno está puramente destilado, sino que todos ellos adolecen de contradicciones y se presentan en forma incompleta. En ese sentido, Lea Seydoux interpreta una de los personajes mejor escritos que he visto en los últimos años. Es tan meticuloso el retrato de su alma, su dolor al enfrentarse a su propia fragilidad y a sus debilidades morales, su necesidad de amor y su desconcierto y tristeza ante la pérdida, que sólo puedo pensar que Mia Hansen- Love nos haya regalado un autoretrato. Sólo desde una generosidad absoluta y la valentía, se puede comprender tanta verdad. Y lo que consigue con la actriz protagonista es un ejercicio tan desnudo que es imposible no enamorarse de ella.
Además, la historia está contada con una elegancia absoluta frente al peligro inherente a la dureza de lo que nos cuentan. Hay contención porque hacen falta muy pocos gestos y detalles para alcanzar niveles de emoción que nos encogen el corazón. Todo transcurre con una aparente ligereza.
Pero lo más importante, lo que convierte para mi Una bonita mañana en una obra única, es que pese a la tristeza, es una película llena de luz. Quizás no sea a pesar de la tristeza sino precisamente gracias a ella, porque entender que forma parte la vida es una forma de iluminarla. Siento que lo que Mia Hansen- Love hace es permitirnos reconocer nuestra propia fragilidad, y eso es algo que le agradeceré siempre.
Una bonita mañana ya forma parte de mi catálogo personal.
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