Louis Garrel. Roschdy Zem. Anouk Grindberg. Noemi Merlant. Manda Touré. Lea Wiazemsky. Jean Claude Pautot. Yanisse Kebbab
Todo comienza con un matrimonio: el de la madre del protagonista con un presidiario de origen cubano al que ha conocido en sus actividades teatrales en la prisión. Su hijo, preocupado por la desordenada tendencia amorosa de su madre, y convencido de que la salida en libertad de su padrastro no garantiza la reinserción, decidirá seguir sus pasos. En esta misión contará con la ayuda de la mejor amiga de su mujer, recientemente fallecida en trágicas circunstancias.
Con este contenido, podríamos pensar que vamos a ver un
thriller una historia romántica o un melodrama familiar, y, por acumulación,
una comedia. Pues bien, lo más sorprendente de El Inocente es que es todas
ellas y todas ellas rozadas por la genialidad que nace de la inteligencia y el
humor.
Garrel entra en la historia con inmediatez y frontalidad,
sus personajes actúan de una forma contundente y a base de primeros planos
invasivos, los gags son transparentes, pero todo ello no vulgariza la
propuesta. Al contrario, la amarra firmemente. Y en ese juego, no prescinde de
los hallazgos visuales y la belleza que nos regala en los planos abiertos y las
panorámicas de un París claramente amado y con mucho de clásico.
Tampoco en la escritura prescinde de la sofisticación
emocional y, con la precisión de un artesano, crea diálogos hermosos y
eficaces, alcanzando su momento cumbre, difícilmente olvidable, en la escena de
pareja en la cafetería. En cuanto al tono, el límite que separa el atrevimiento
del exceso está medido a la perfección y en ningún momento se desvía.
El Inocente es divertidísima, tierna, encantadora. Pero
sobre todo es totalmente sorprendente e imprevisible. A mi me ha enganchado
desde el principio y me declaro ya un fan absoluto ¿ que es más perfecta o
menos perfecta? Que más me da si he salido del cine sonriendo y entusiasmado
con esa tarde de cine.
Público
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