Zar Amir Ebrahimi. Mehdi Bajestani. Arash Ashtiani. Forduzan Jamshidnejad. Mesbah Taleb
Holy Spider es clara en sus intenciones desde su inicio. Una mujer se da las buenas noches a su hija dormida, sale a una noche que huele a miedo, pronto sabremos que es una prostituta y pronto la veremos morir cruelmente a manos de un hombre sin rostro. Todo esta especie de prólogo es sucio, explícito, despiadado y también hipnótico. Reconocible inspiración del tono enfermizo de, por ejemplo, un David Fincher, que no se abandonará durante toda la película.
A partir de ahí comienza lo que en apariencia es un thriller muy oscuro sobre un asesino en serie que estrangula prostitutas por motivos de fanatismo religioso y la periodista que, frente a la apatía policial, decide asumir el caso como una cruzada personal. La verdadera tensión, en cualquier caso, no esta en la búsqueda del culpable, al que conocemos desde el inicio, sino en la cantidad de dolor que podrá infligir y cuanto tardará en ser capturado.
Pero no nos equivoquemos: Holy Spider es realmente cine político como se hace patente en la última hora de la cinta, esa que incluye el juicio, la reacción popular y la opinión de los diferentes implicados. Y si en esos cincuenta minutos esa intención esta clara, creo que también es el objetivo de la caligrafía visual elegida por Abbasi: pocas veces he visto una película tan pegada a los ojos y que tan repetidamente y de forma tan explícita nos muestro el acto de morir en los rostros de las víctimas, como he dicho al principio, en general es fea, chirriante, las caras mal maquilladas de las prostitutas parecen máscaras grotescas de la más absoluta miseria.
E independientemente de la opinión que cinematográficamente tengamos de la cinta ( muy positiva en su capacidad de impactar ), es imposible no alabarla como necesaria una vez que conocemos su contenido y que sabemos que todo ha sido real. Creo que el horror de los crímenes se supera con la actitud de aquellos que aprueban el caso y veneran al asesino. Los últimos minutos, elevan ese horror a cotas inimaginables.
Holy Spider es valiente. Su retrato es amplio y directo, ya que alrededor del psicópata vemos actitudes ,incluso en la policía, capaces de atemorizar a cualquier mujer. La sociedad en la que tienen que sobrevivir, es la verdadera culpable de que esas conductas existan y se reproduzcan.
A pesar de su dureza, sólo puedo recomendarla. De hecho debería de ser de visión obligatoria para recordarnos a todos cuales son las consecuencias de los fanatismos y lo rápido que se extienden. Es un peligro real, cierto.
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Público
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