Aam Charan. N T Rama Rao Jr. Ajay Devgn. Alla Bhatt. Olivia Morris. Ray Stevenson. Alison Doody. Shrira Saram. Edward Sonnenblick. Twinkle Sarman. Ahemareen Arju,
Bollywood no engaña a nadie: su nombre que remite por supuesto a la meca del cine en sus inicios, el séptimo arte como espectáculo, entretenimiento de masas, paraíso donde se cumplen los sueños.
Su cinematografía es fundamentalmente local pero he tenido la posibilidad de ojear trozos de algunas de sus películas en vuelos internacionales, y me ha sorprendido su nivel de espectáculo, su grandilocuencia y su carácter festivo. Comprensible: a fin de cuentas estamos hablando de hacer soñar a más de un billón de personas ( sin contar otros países de influencia ) en una geografía donde la mayoría de la población sólo lo consigue delante de una pantalla.
Son películas largas, brillantes, coloridas, y que, por supuesto, remiten a lo más glorioso del cine clásico. Además, y precisamente por ese maridaje con un público tan amplio, la industria hindú es en este caso boyante, lo que le permite manejar presupuestos que convierten la pantalla en un increíble parque de atracciones hasta llegar, siempre, al número musical final ( ese no puede faltar, recordemos Slumdog Millionaire),
RRR es eso y más. Parte de una historia sencilla y fácil de seguir, se le irán incorporando variables en el camino que la enriquecen pero sin complicarla demasiado. Una niña india es secuestrada cruelmente de su poblado por `los colonizadores ingleses ( los ingleses son, sin duda, los malos de la historia, y muy malos ). Su hermano será el encargado de ir a rescatarla a la capital. En el camino, se cruzará con un militar hindú obsesionado por ser reconocido como miembro destacado del ejército británico. La amistad que pronto se consolida entre ellos, es algo imposible.
Rajamouli utiliza todos los recursos que tiene a su alcance, que obviamente son muchos, para crear un conjunto con cierta estética de comic y colores saturados, donde supera continuamente el límite de lo creíble en escenas inimaginables que, ante la premisa del gran espectáculo total, no sólo son aceptables sino que las aplaudimos. Las múltiples luchas acrobáticas se convierten, gracias al uso de la cámara lenta, en piezas de baile perfectamente coreografiadas hasta el mínimo detalle. Y por supuesto hay varios números musicales ante los que es difícil estarse quieto.
RRR es puro disfrute. Tres horas de atracción que se hacen cortas y que, utilizando una forma de llegar al público epidérmica y eficaz, consigue que nuestros sentimientos más fáciles de utilizar, como la amistad, el amor fraternal, el honor.... se pongan también al servicio de la producción, para convencernos de que podemos, sin complejos, gozar con esta historia.
No recuerdo si fue Hero de Zhang Yimou o Tigre y Dragón, la primera película que acercó el género "wuxia" ( películas chinas de acción y artes marciales ) al público occidental, luego vinieron muchas más. Sería estupendo que RRR hiciese el mismo recorrido con el cine de Bollywood. Estoy seguro de que hay mucho disfrutable y yo quiero volver a asármelo así de bien.
Público
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