Benedict Cumberbatch. Elizabeth Olsen. Xochilt Gómez. Rachel McAdams. John Krasinski. Chewetel Ejofor.
Reconozco que soy bastante ecléctico en mis gustos y no me disculpo, sin complejos. Sólo así pueden coincidir en la misma pagina de este blog, esta historia de Marvel con, por ejemplo, Memoria. Pues sin sorpresas: asumiendo que están en las antípodas en objetivos, riesgo, calidad... de diferentes maneras, las dos han cumplido con lo que pretendían, una hacerme vivir una experiencia diferente, otra entretenerme. Ninguno de los dos resultados es desdeñable.
No soy un friki del universo Marvel, pero sus historias formaron parte de mi infancia. De la colección fílmica no he visto todas ni mucho menos pero sí he disfrutado con algunas. Creo que en general, cuentan con un mínimo nivel de exigencia que se materializa no sólo en la siempre lujosa producción sino también en una fastuosa colección de directores.
En este caso es Sam Raimi el encargado. Iniciado como especialista en el cine de terror, consiguió demostrar con alguna otra película que era capaz de un catálogo más amplio. En este caso, entiende a la perfección el objetivo del encargo y lo lleva a cabo de forma muy eficaz.
Personalmente no conocía a este elegante superhéroe, aunque sí a la Bruja Escarlata que comparte protagonismo y a otros cuantos que asoman en diferentes momentos. Todo comienza cuando una joven desconocida, pero a la que el Doctor ha visto en algún sueño, aparece repentinamente perseguida por un monstruo. Con una rápida explicación, entendemos que el multiverso se compone de diferentes universos entre los que la muchacha aparecida tiene capacidad de saltar. A partir de ahí, entramos en una continuidad encadenada de acción trepidante e imaginativa que no nos deja ni un minuto de descanso y tampoco nos exige una comprensión intelectual excesiva.
El Doctor Strange y el multiverso de la locura es lo más parecido a un videojuego o a una atracción de parque temático de elevada adrenalina. Contiene peleas fabulosas, efectos muy originales y.... un extraño feismo muy conseguido, quizás ese toque aparentemente cutre sea otra de las marcas de Raimi, pero el caso es que le da cierta personalidad singular al resultado final.
Lo dicho. Hoy he pasado dos horas muy entretenidas que han transcurrido como un soplo. Muy buen plan para un sábado por la tarde y muy refrescante para el calor del verano, aunque posiblemente también sería adecuada para soportar el frio del invierno. Entretenerse siempre es sano. Muy sano. Y sin complejos.
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