Directores.-
Michael Showalter. Francesca Gregorini. Erica Watson
Intérpretes.-
Amanda Seyfried. Naveen Andrews. Kate McKinnon. William H Macy. Dylan Minette. Nicky Endress. Elizabeth Marvel. Adam Rucks. Stephen Fry. Michael Ironside. Utkarsh Ambudkar
Duración.-
8 capítulos. 50' C.U.
Disney +
Elizabeth Holmes es un caso real. Un personaje digno de cualquier novela, pero que existió. Y lo relevante no es que ella haya existido, sino todos los que estaban a su alrededor.
Elizabeth nace en una época cercana que todos conocemos: aquella en la que todo es posible. La tecnología parece haberse convertido en la varita mágica capaz de hacer posible cualquier cosa, por aventurada que pareciese. Sólo hacía falta una idea nueva ( aunque no fuese creíble ), mucha ambición, una mal entendida ilusión ( que en muchos casos no era más que una apresurada avaricia ), y si se contaba bien, llovía el dinero, el reconocimiento, el poder. Lo relevante no es que existan personas capaces de creer sus propias fantasías sin detenerse nunca para alcanzar perspectiva, lo sorprendente es que muchos vean como visionarios a quienes en otros tiempos sólo serían unos fantasmas.
Sí, es cierto, han existido Bill Gates, Jeff Knows y muchos otros, pero eso no es un seguro. Había muchos más, miles más que se quedaban en el camino. El porqué esta mujer de apenas diecinueve años consiguió convencer a todos de que ella estaba entre los triunfadores es lo que dice muy poco del entorno. Un ejemplo de como una piedra puede convertirse en imán sin que nadie entienda el proceso de alquimia.
The Dropout es una crónica precisa de una época empapada de superficialidad. Y también el retrato minucioso de unos personajes que no terminan en verse atrapados en su propio duelo, lo que les obligará a internarse en un proceso de traiciones y mentiras. Quizás uno de los aspectos que permitió a Elizabeth Holmes fue su falta de escrúpulos.
La serie está muy bien escrita y realizada. Lo que importa no es el estilo sino lo que hay dentro, y el contenido equilibra la dramatización ficcional con el reportaje creando un conjunto perfecto. Sólo puede achacarse un final algo precipitado, derivado del hecho de que la historia real todavía no haya alcanzado su fin.
La verdad es que es imposible no sorprenderse, increíble que eso ocurriese en un planeta sobreinformado, que no sea una mera invención. Pero así es, en el mundo que habitamos siguen existiendo tramposos, pícaros, crédulos, avaros.... parece que los roles no han evolucionado tanto como pensamos.
Esperemos que historias como esta sirvan para que algunos valores retornen a la posición que nunca deberían de haber perdido.
Público
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