OPERA: LAS BODAS DE FÍgaro de W.A. Mozart

 

Director musical.-

Ivan Bolton

Director de escena.-

Claus Guth

Intérpretes.-

Vito Priante. Julie Fuchs. Andre Schuen. María José Moreno. Rachael Wilson. Monica Barcelli. Fernando Radó. Christopher Montagne. Moisés Marín. Alexandra Flood. Leonardo Baleazzi. Uli Kirsch

Veo que esta producción de Guth es antigua, lleva años rodando por diferentes teatros y ahora llega al Real sustituyendo a la inicialmente prevista. Quizás haya sido este el motivo por el que algunas de las críticas fuesen bastante negativas. Por mi parte no lo entiendo: considero que cuando algo es bueno, no tiene nada de malo repetirlo. Y esta versión de Las Bodas de Fígaro me parece excelente.

Creo que, francamente, a pesar de que la música compuesta por Mozart para esta ópera es un regalo de belleza y alegría, no es fácil hoy día escenificar este conjunto de enredos ingenuos de tres horas. Ningún sentido tendría optar por una presentación arqueológica, y lo moderno ofrece muchos peligros cuando se trata de adaptar un texto tan antiguo. Por eso es sorprendente y aplaudible que en este caso se consiga un espectáculo tan limpio, tan elegante y tan inteligente.

Guth sitúa la acción en una época abstracta dentro de lo actual y en un caserón decimonónico, arquitectónicamente muy potente y vacío, en zonas de paso y con una pátina de decadencia. Es ahí donde un querubín juguetón convierte en marionetas a este conjunto de burgueses y sus criados, donde se ríen, se pelean, aman, y entre la diversión se destila una ligera poesía en la belleza constante de lo que ocurre en el escenario.

Con un movimiento muy medido y pequeños detalles que tiñen de magia la narración, se desarrolla de forma lineal y clara el soporte para que la música fluya en toda su grandeza. 

El resultado es, ya lo he dicho al principio, precioso, pero también imponente. Una de esas ocasiones en que el Teatro Real acierta de pleno. Y si la propuesta es antigua, que sigan por esta línea incorporando a su repertorio versiones que tendrían el derecho de convertirse en clásicas.

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Público 

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