NOVELA: EL TE DE LA LIBERTAD de Patricia Martínez de Vicente

Editorial Kolima

408 páginas

Durante la Guerra Civil española, hubo personajes como el Doctor Martínez Alonso, que se comprometieron con ayudar a los necesitados sin vincularse políticamente con ninguno de los dos bandos. Su comportamiento no era consecuencia de una falta de ideología sino de prioridades.

La paz llegó a España poco antes de que la guerra estallaba en Europa. Nuestro país se quedaba en una posición de difícil equilibrio entre los nazis y los aliados. 

En ese entorno, el Doctor y su pareja, vivían su noviazgo en Galicia. Todo parecía transcurrir dentro de la limitada normalidad de los tiempos.

Martinez Alonso era el padre de Patricia Martínez de Vicente. Años después, como consecuencia de una mudanza, la autora se encontró con el diario de su progenitor. Y quien parecía simplemente un hombre simpático y altruista, pasó a convertirse en uno de los artífices de la huida de multitud de refugiados que a través de España huían de Hitler y de presos políticos del campo de concentración de Miranda de Ebro, todo ello, estrechamente vinculado a Inglaterra a través de su embajada en Madrid. Que difícil debe de ser descubrir que has estado viviendo cerca de una novela de espías sin saberlo, que lo que fabulaban autores como Le Carre estaba en tu entorno cotidiano.

El material es sin duda apasionante. Nos encontramos ante una de esas hazañas bélicas que han permanecido escondidas mucho tiempo, conformando un sustrato heroico no siempre reconocido. El que sea su descendiente quien decida conocer la verdad, podría tener sin embargo un matiz de idealización, pero ese es uno de los escollos que se salvan en este libro.

El te de la libertad consigue fusionar a la perfección dos niveles narrativos. Por un lado la búsqueda de la información que explique todo aquello que no estaba claro en la historia de sus padres, la búsqueda en definitiva de respuestas para asumir que no todas van a llegar. Por otro, la propia historia, la que llevó a esta pareja de Madrid a Londres y luego de vuelta a nuestra capital, en unos años difíciles. 

Creo que considerar esta obra como una novela no es del todo correcto. Porque la autora lo construye con un rigor absoluto que lo acerca más a la crónica. Más allá de algunas escenas obviamente ficcionadas ( especialmente las relativas a la entrega de los pasaportes y la posterior reconvención al funcionario por parte de la Gestapo ), Patricia se limita a "novelizar" lo que sabe que ocurrió, no ha inventar aquello que falta. De hecho, maneja perfectamente los vacíos y las lagunas. Además, como ya he dicho anteriormente, es capaz de asumir la distancia necesaria para convertir el libro en mucho más que un homenaje.

Las páginas que más he disfrutado son aquellas en las que la autora se convierte casi en una dibujante para ofrecernos detalladas descripciones de algunos de los entornos en los que se desarrolla la trama. No es sencillo  conseguir era fusión entre lo estético y lo íntimo, entre las costumbres y los ambientes, lo exterior y lo interior. Lo hace con una Galicia que está claro que lleva en el alma, pero también con un Madrid de la postguerra con una pátina cosmopolita poco conocida, una ciudad que intentaba mantener un nivel europeo y esconder su provincianismo, donde lugares como Embassy actuaron como faros de la modernidad, y no sólo de eso....

Patricia es generosa. Su crónica no tiene nada de revanchista ni de ajuste de cuentas. Su visión de la Historia consigue eso tan difícil que es no juzgar. Parece que tiene suficiente con recordarnos que existen los héroes anónimos y que, si queremos ser alguna vez como alguno de ellos, debemos de comenzar por la comprensión y la compasión. 

Historias como la que nos regala podría, debería, ayudarnos a ser mejores. No en vano, el libro ha sido editado por  Kolima, una editorial que tiene como objetivo ofrecer libros con valores. Definitivamente todavía hay esperanza cuando existen personas capaces de recordarnos a quienes marcaron un buen camino.

Público


 

Comentarios

Santiago Quiroga me ha dejado sin palabras al desbrozar con inteligente sensibilidad lo q cuento en este libro sobre una versión de la ll Guerra Mundial poco difundida al centrarla en las experiencias personales de mis padres en la "neutral" España junto a los británicos a través de Cruz Roja Española. Gracias amigo y colega..Además tienes una pluma envidiable.