Nora Navas. Vicky Peña. María Morera. Nicolle García. María Rodríguez. Carlos Alcaide. David Selvas.
Como se nota la verdad cuando se cuenta.
Resulta relativamente sencillo descubrir cuando un creador, desde el corazón, nos está hablando de su propia experiencia. Esta es la sensación que tengo continuamente disfrutando de Libertad.
He leído que Clara Roquet ( increíble que esta sea su primera película ) decía que deberíamos de atrevernos a narrar desde el privilegio. Eso es lo que hace. Nora la protagonista, es parte de una familia acomodada que puede permitirse un verano de descanso en la casa familiar, donde la abuela, con alzheimer, para sus últimos días. Esta vez se incorporará la hija de su cuidadora colombiana. La niña, unos años mayor que Nora, será para ella un descubrimiento.
Por un lado, Libertad le abrirá el mundo de una adolescencia menos protegida , pero también será el detonante para que Nora descubra una mirada diferente al mundo de los adultos e incluso en algún momento llegue a asumir su crueldad y su egoísmo.
La película, ya lo he dicho, respira verdad en todos sus fotogramas. Todo es creíble, y no sólo por contar con un conjunto de interpretes magníficos ( fundamentalmente femeninos ) en estado de gracia, desde las más veteranas a las más jóvenes. No hay un sólo gesto que nos aleje. Lo importante es la delicadeza con la que está escrita, confiando en la dedicación del público y evitando cualquier subrayado, moviéndose siempre en el equilibrio de lo sutil.
La misma elegancia la muestra Roquet en su forma de narrar, siempre al servicio de la historia y sólo esquivando en algún momento la mirada de Nora, lo que podría ser una distorsión si no fuese porque se mantiene el tono y todo se le perdona a una obra tan generosa. Desde ese inicio donde una mujer a la que aun no conocemos parece sufrir tras las cortinas, la directora será capaz, ayudada de planos de objetos que intercala en el relato, y de captar las miradas, de que vayamos conociendo individualmente a este grupo de mujeres, y seamos nosotros quienes decidamos cual es más libre, más verdadera, más fuerte.
Que cantidad de detalles y que sinceridad al asumir una posición que no es cómoda, con que transparencia nos llama a afrontar lo cotidiano de la injusticia. Que cerca nos sentimos. Es más que una película de iniciación que los adultos podríamos visualizar desde la nostalgia, hay mucho de hoy, todavía.
Libertad es una excelente muestra de cine pero lo es, no sólo como obra artística, sino también porque es una de esas ocasiones en que podemos reconocernos en las imágenes y estas nos llaman a reflexionar. El que seamos capaces de aprender ya es cosa nuestra, Clara Roquet ha cumplido con creces con su parte.
Público
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