Director.-
Dan Futterman. John Dahl. Darrell Martin. Craig Zisk.
Intérpretes.-
Jeff Daniels. Maura Tierney. Jon Collin Barday. Justin Maner. David Vaugh. Clea Lewis. Bill Camp. Molly Miller.
Duración.-
9 capítulos. 50' C.U.
Movistar +
El óxido del título hace referencia, por lo visto, al cinturón obrero del sudoeste de Pensilvania, conocido como el cinturón del óxido o algo así, por los restos que la crisis del sector metalúrgico dejó en la zona. Restos que no se refieren sólo a los de las maquinarias sino fundamentalmente, restos de una sociedad del bienestar que en estos momentos roza la miseria y, sobre todo, tiene que sobrevivir en la desesperanza. Para los jóvenes existe la resignación a un futuro vacío o la vida en un presente donde la droga es una forma de escapar. Para los adultos, el horizonte es sólo la cercanía de sus seres queridos e intentar que el mundo que les rodea sea un poco mejor o, al menos, no se derrumbe para siempre.
No es un paisaje humano complaciente, como tampoco lo era por ejemplo, lo que en su día escribía Steinbeck. Quizás por esa falta de complacencia, las críticas hayan sido tan duras, hay espejos en los que cuesta mirarse.
Personalmente creo que American Rust es, narrativamente, un producto muy sólido. Es muy completo y complejo en la definición de sus personajes, son ellos el sostén principal de las diferentes tramas que se van tejiendo. Sí, posiblemente haya demasiadas líneas argumentales. Personalmente habría eliminado la parte sindical, la del interior de la cárcel y la del pasado del protagonista. Pero ahí están y están bien contadas.
Es árida, es dura, es humana. Arriesgada sin duda en momentos de consumo rápido y localizaciones edulcoradas o efectistas. Tengo la triste sensación de que hay aquí mucha verdad. Y en el centro, Jeff Daniels, un actor que nunca me había parecido destacable y que aquí adquiere la grandeza sórdida de un personaje de McCarthy.
Sí, USA también es esto. Y el mundo. No hace falta alejarse para empaparse de miseria, pero tampoco para descubrir héroes que lo son sólo por negarse a dejarse llevar.
Público
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